La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ha concluido la investigación de oficio sobre la organización de los servicios de emergencias en Sierra Nevada que inició en marzo después del incendio que destruyó el pasado enero el Hotel Lodge, situado en la estación, y ha considerado que las instituciones deben estudiar el acercamiento de las dotaciones de Bomberos para garantizar una “cobertura válida” y redactar un plan específico en materia de seguridad.
Concretamente, en el informe que firma el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, consultado por Europa Press, después de haber solicitado información al respecto a la Diputación de Granada, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Monachil, la institución formula dos sugerencias.
La primera está dirigida a las tres administraciones implicadas, a las que insta a que elaboren un plan de emergencia local y actualizado de intervención que incluya de manera singular las necesidades del escenario de la estación de Sierra Nevada, en materia de emergencias de prevención y extinción de incendios y salvamento, en el marco de los cauces de cooperación legalmente establecidos.
En la segunda, propone a la Junta y a la Diputación que promuevan el estudio de acercar las dotaciones de respuesta a su lugar de destino “para mejorar las garantías de una cobertura válida mediante la creación de servicios operativos de extinción de incendios y salvamento en el núcleo residencial de Sierra Nevada con la instalación de los medios materiales técnicamente necesarios y con la dotación del equipo de profesionales adecuado, a través de la actualización formal de los mecanismos de prevención y planificación”.
En el documento, el Defensor recuerda que el 22 de enero un incendio causó la práctica destrucción de un hotel en la estación y “afortunadamente no se registraron daños personales”, considerando “importante garantizar la seguridad y protección de personas y bienes en un espacio tan emblemático como la estación de Sierra Nevada”, por lo que quiso aprovechar este acontecimiento “para conocer el sistema de servicios operativos más profundamente”.
El incendio se originó sobre las 9,45 horas del día 22 de enero y “según varias fuentes, fue atendido por dotaciones de extinción de incendio situadas en los parques de la ciudad de Granada. Por eso se debieron trasladar 31 kilómetros, ascendiendo por la carretera A-395, para llegar al incendio. Según algunas informaciones ofrecidas, la llegada de las dotaciones más rápida fue de 45 minutos desde la llamada de emergencia; otras apuntaban una hora”.
A la vista de estos hechos, el Defensor del Pueblo Andaluz consideró “oportuno” dirigirse a las instituciones locales y autonómicas para conocer los criterios de organización de los servicios de emergencia en esta estación “teniendo en cuenta las necesidades de la ley de 2002”.
Concretamente, se dirigió a la Diputación Provincial de Granada, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Monachil, donde se encuentra el hotel destruido, para que explicasen los métodos de reacción en caso de una emergencia; sobre todo en lo referido a las medidas preventivas y “cuáles son los sistemas de coordinación y cooperación entre las administraciones para reaccionar ante estas emergencias”.
El incendio del Hotel Lodge, que estaba totalmente revestido de madera, permaneció activo durante más de 24 horas y obligó al desalojo de 32 clientes y 20 empleados, sin que se registraran heridos.
Los bomberos apuntaron que el origen de las llamas se localizó en una chimenea, en la última planta del hotel, aunque se extendió rápidamente por todo el establecimiento, que quedó “totalmente destruido”.
La dirección del Hotel Lodge, de la cadena hotelera del Marbella Club, anunció tras el suceso que el establecimiento cerraría sus puertas durante lo que quedaba de temporada, aunque afirmó que se procedería a la