Cuatro años de cárcel por ruidos en la terraza de su bar

El Supremo rebaja dos años

El Tribunal Supremo (TS) ha condenado a 4 años de cárcel al propietario de un bar de Artafe (Granada) por los ruidos en la terraza de verano de su local y deberá indemnizar además con 24.000 euros a una familia que vivía al lado del establecimiento, que resultó afectada por el exceso de decibelios. Le considera culpable de un delito contra el medio ambiente.

El alto tribunal ha acogido parcialmente el recurso que el dueño del bar interpuso contra la sentencia que la Audiencia de Granada dictó contra él el pasado 12 de marzo, que era de seis años de cárcel.

El bar “Los Cazadores” abrió la terraza de verano en Atarfe (Granada), sin licencia, e instaló en ella dos televisores y una minicadena con altavoces que producían ruidos por encima de los límites permitidos legalmente.

El Supremo reduce la pena de cárcel de seis a cuatro en relación a la condena impuesta por la Audiencia de Granada porque entiende que corresponde aplicar la pena mínima al delito, junto con el agravante de no haber pedido la previa y preceptiva autorización para la actividad, y que no vale que solicitase el permiso tras la existencia de las denuncias y no incluyendo los aparatos que hacían el ruido en la terraza.

RUIDO MOLESTA HASTA A LOS MÁS “BURDOS”

“Hasta a la más burda de las sensibilidades se le alcanzan las graves consecuencias que la emisión de ruido, en las condiciones que lo hacía el acusado, deriva en grave desasosiego para quienes la padecen”, dice la Sala, que añade que el acusado actuó con “voluntad de persistir en el comportamiento con grosero olvido de los derechos de los demás sacrificados al puro egoísmo del autor”.

El Supremo indica que los ruidos no sólo afectaron a la familia que debe indemnizar sino a una multiplicidad de vecinos que lo hicieron constar en una denuncia.

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