Un hombre de 44 años y con numerosos antecedentes policiales ha sido detenido como supuesto autor de tres delitos de robo con fuerza en un lavadero de coches de Fuente Vaqueros en dos viviendas, en una de las cuales dejó olvidadas sus zapatillas durante la huida tras ser sorprendido.
El arrestado, según ha informado hoy la Guardia Civil, también ha sido imputado por un delito contra la administración de justicia por simulación de delito al actuar en connivencia con una mujer de 61 años setenta y su hijo de 43.
Al parecer simuló el robo en el interior de su vivienda de joyas valoradas en más de 2.000 euros y 8000 euros en metálico para intentar cobrar una indemnización del seguro.
Según el instituto armado, el modo de actuar del detenido coincide en los tres robos que se le imputan e incluso en la simulación de delito.
El hombre forzaba con una palanca las cancelas y puertas de entrada a la vivienda, lo revolvía todo dentro y se apoderaba de dinero, joyas, teléfonos móviles y pequeños aparatos electrónicos como cámaras fotográficas y videoconsolas.
El primer robo que se le imputa al detenido tuvo lugar el pasado día 2 de octubre en un lavadero de coches de Fuente Vaqueros, donde sustrajo herramientas valoradas en 3.000 euros y una cartera.
La Guardia Civil ha averiguado que el detenido al día siguiente intentó extraer dinero en un cajero de esa misma localidad con una tarjeta bancaria que formaba parte del botín que había conseguido en el referido lavadero de coches.
Posteriormente, el día 10 de octubre, el ahora detenido asaltó la primera vivienda también en Fuente Vaqueros, en la que supuestamente sustrajo dinero, una cámara de fotos y un teléfono móvil.
El último robo que se le imputa al arrestado fue perpetrado en una vivienda también de la localidad Fuente Vaqueros, el pasado día 18 de octubre.
En esta última vivienda se encontró con los moradores en la escalera cuando ellos subían con sus hijos a acostarse y él bajaba con el botín en las manos.
Los propietarios de la vivienda se quedaron quietos y el detenido tiró al suelo una bolsa portatrajes y les gritó que estaba “muy loco” y que lo dejaran marcharse.
Aquellos se pegaron a la pared y el presunto ladrón huyó sin zapatillas a la carrera.
Las víctimas comprobaron después que el detenido, no obstante, se había apoderado de dinero y de un reloj y que, en la bolsa que había abandonado, llevaba una videoconsola, un monedero y unas zapatillas que no eran de ninguno de los habitantes de la casa.
Tras su detención, el detenido confesó no solo ser el presunto autor de este robo, sino también que las zapatillas encontradas eran suyas y que se las había quitado para no hacer ruido.