La Fiscalía se ha opuesto a los recursos presentados ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por la acusación particular y la defensa de la mujer condenada a diez años y medio de prisión por la Audiencia de Granada por asesinar con una escopeta de caza a su marido en Charches (Granada) y ocultar el cadáver después de que tuviera conocimiento de que le había sido infiel.
La vista se ha celebrado en la Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal andaluz, donde tanto la defensa como la acusación particular han coincidido en señalar una “ausencia de motivación de la sentencia a la hora de individualizar la pena”, entendiendo que procede su revisión, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.
La mujer, de 46 años, fue condenada por un delito de tenencia ilícita de armas y por otro de asesinato con la eximente incompleta de obcecación y la atenuante de confesión, y a indemnizar a su suegra en la cantidad de 30.000 euros. El fallo contemplaba además la circunstancia agravante de parentesco, y le prohibió acercarse a la familia de su marido a menos de 200 metros durante el tiempo de la condena, así como durante la década posterior a su salida de prisión.
En la vista de este miércoles, la acusación particular, que ejerce la madre del fallecido representada por el abogado Pablo Luna, ha solicitado un aumento de la condena, además de reclamar que no se aprecie la atenuante de confesión y una ampliación de la responsabilidad civil aplicada a la condenada, entre otras cuestiones.
La defensa, representada por Jesús Huertas, ha solicitado una rebaja de la condena ante una “ausencia de motivación de la sentencia a la hora de individualizar la pena”.
Ha mantenido que ese deber de motivación se vuelve “más exigente conforme más se aleja la pena del mínimo legal que podría haber correspondido”, teniendo en cuenta que la condena se podía haber bajado dos grados porque se apreciaba una eximente incompleta.
La Fiscalía ha impugnado tres motivos de apelación de la defensa y cuatro de los cinco argumentos de la acusación particular y se ha adherido a que no se tenía que haber apreciado la eximente incompleta a la condenada.
Durante el juicio con jurado popular, que arrancó el 23 de junio, la inculpada afirmó que su marido la sometía a malos tratos, que la insultaba y que la tenía “angustiada” en los últimos meses de relación, en los que además se “vanagloriaba” de serle infiel con una prostituta.