La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro y la concejala de igualdad, Inmaculada Torres, han informado sobre las actividades que se llevará a cabo el próximo 25 de noviembre con motivo del Día Internacional contra la violencia de género, que este año se celebrará bajo el lema Amor no es Control’.
García Chamorro ha destacado la importancia de dedicar una jornada a la reflexión de esta lacra social, “que en concreto en Motril hemos padecido de cerca en este año con su cara más cruel, cuando el pasado mes de junio, Araceli Morales fallecía a martillazos a manos de su marido”.
En este sentido, la alcaldesa ha subrayado que todas y cada una de las víctimas de violencia de género merecen un homenaje por la tragedia que suponen las 46 muertes que se han contabilizado en esta materia en lo que va de año, “y por ello queremos recordarlas con nombres y apellidos durante un acto en su memoria que celebraremos a las 11:00 horas en el parque de los pueblos de América con una proyección”.
Según ha explicado la concejala de Igualdad, en esta jornada del 25 de noviembre habrá también talleres de sensibilización con la colaboración de los centros educativos y Cruz Roja Juventud, además de una performance que será ofrecida por los grupos de teatro Pasaboga y Umbriel. También los alumnos del instituto Giner de los Ríos participarán en esta fecha con una actuación que se cerrará con la lectura de un manifiesto.
Los talleres en los centros educativos insistirán en la prevención de la violencia de género entre los jóvenes, los modelos igualitarios en los medios de comunicación y la importancia de educar en igualdad.
Durante la tarde y a partir de las 17:00 horas, el Cine Forum ‘Agua’ invitará a los asistentes en el Ceper Juan Rodríguez Pintor y en el teatro Calderón a explorar la vida de las viudas en un ásram en Benarés (India) a través de este largometraje que fue nominado a un Óscar en 2005.
García Chamorro ha concluido expresando que el lema ‘Amor sin control’ que protagoniza la campaña de esta edición apela a la necesidad de respeto, confianza y cariño, “sin necesidad de interferir en aquellas parcelas íntimas de nuestra pareja con el objetivo de fiscalizar sus actos”, problemática muy extendida en los casos de violencia de machista que es necesario erradicar, para construir modelos familiares más sanos y felices.