Los acusados “no encuentran explicación” a la denuncia

Defienden su inocencia

Los tres sacerdotes y el profesor de Religión de la Archidiócesis de Granada que han sido detenidos por supuestos abusos sexuales a un joven cuando era menor de edad “no le encuentran explicación” a la denuncia presentada contra ellos y defienden su inocencia.

Imagen aérea de Google Maps de la vivienda que ha sido objeto de registro judicial

Imagen aérea de Google Maps de la vivienda que ha sido objeto de registro judicial

Así lo ha señalado a Europa Press el letrado Javier Muriel, cuyo despacho, que está ubicado en Marbella (Málaga), representará a los acusados en el proceso que está abierto actualmente en el Juzgado de Instrucción 4 de Granada, del que es titular el magistrado Antonio Moreno.

El penalista, que ha participado en casos como el de ‘Malaya’, ha confirmado que los cuatro están “incomunicados” y no pueden hablar ni entre ellos y que recibieron “con absoluta sorpresa” la denuncia del joven de 24 años que informó hasta el propio Papa Francisco de los abusos a los que presuntamente había sido sometido siendo menor de edad. “No le encuentran explicación”, ha señalado el abogado, que ha lamentado que el juez haya “limitado” su derecho de defensa, ya que “no se les ha permitido escoger letrado” y actualmente están siendo representados por abogados de oficio.

No obstante, ha querido dejar claro que respeta la “labor profesional” de estos letrados y ha indicado que no puede hacer más comentarios al respecto. Sí ha indicado que asumirá la defensa de los acusados en cuanto los trámites procesales se lo permitan, y, según ha afirmado, ya ha hecho una petición al Juzgado de Instrucción 4 en ese sentido.

Los tres detenidos pasarán previsiblemente este miércoles, a primera hora de la mañana, a disposición del Juzgado de Instrucción 4 de Granada, que investiga el caso, que se encuentra bajo secreto sumarial.

Así, pasarán este martes una segunda noche en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental, después de que este lunes se practicara un registro en una vivienda situada en una urbanización de Los Pinillos, en Pinos Genil (Granada), y de que haya trascendido que hay una segunda denuncia sobre los hechos, que una persona presentó el mismo día ante el Juzgado de Instrucción 6 de Granada, que se encontraba de guardia.

Este segundo denunciante es un testigo que ya ha declarado anteriormente por el asunto y que amplía los datos que ofreció en primer lugar y también los nombres de los presuntamente implicados, por lo que el documento con su testimonio será remitido al juez instructor, el magistrado Antonio Moreno, titular de Instrucción 4.

SECRETO DE SUMARIO

El caso se encuentra bajo secreto de sumario, con el objetivo de que no trasciendan datos de la causa y de detectar a otras posibles víctimas, si las hubiera. El tiempo que esta medida puede estar vigente es el de un mes, aunque puede ser prorrogado sucesivamente.

Los arrestados forman parte de un grupo conocido como el de ‘Los Romanones’, por el nombre de su líder, uno de los detenidos, el padre Román M.V.C., y sus integrantes tienen un alto nivel económico y cuentan con varias casas en la provincia donde supuestamente se produjeron los abusos.

La víctima envió una carta contando su caso al Vaticano y ha llegado a recibir una llamada de apoyo del propio Papa Francisco, que le pidió perdón por todo lo padecidos. Tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer ‘ipso facto’ denuncia contra todos los afectados.

El Papa se ha pronunciado este martes al respecto ante la pregunta de un periodista en el vuelo de regreso a Roma tras su discurso en el Parlamento Europeo y ha señalado que “la verdad es la verdad” y “no debe esconderse” en relación al asunto.

“¿Cómo lo he recibido? Con gran dolor, un gravísimo dolor. Pero la verdad es la verdad y no debemos esconderla”, ha matizado el Pontífice, que ha recordado que él leyó la carta del joven que ha denunciado los hechos en primer lugar, en la que le relataba que sufrió abusos por parte de sacerdotes cuando era menor de edad, le llamó y le dijo: “Tú mañana vas al obispo”.

Al mismo tiempo, según ha contado, él mismo escribió al arzobispo de Granada, Javier Martínez, para “comenzar los trabajos, hacer las indagaciones y seguir adelante”.

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