Los trabajos que se desarrollan desde hace una semana en la zona en la que algunos investigadores creen que podría estar situada la fosa del poeta Federico García Lorca, en el Peñón del Colorado, en Alfacar (Granada), han permitido ya alcanzar, a unos 4,5 metros de profundidad.Se trata del terreno original, antes de que en 1998 comenzara allí la construcción de un campo de fútbol que la propia hermana del poeta, Isabel García Lorca, paralizó.
Según ha explicado a Europa Press el director de los trabajos, el arqueólogo Javier Navarro, pese a que el sábado comenzaron las primeras labores manuales, la pala excavadora tuvo que volver al paraje, porque la humedad del subsuelo provocó una “distorsión” en el georradar y detectó una anomalía que no se correspondía con el pozo que podría albergar el enterramiento común del poeta, donde se encontrarían también los restos del maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.
Así, tras la retirada de un total de 800 metros cúbicos de tierra, este miércoles está previsto un nuevo uso del georradar, o el comienzo de otras tareas manuales, mediante el procedimiento arqueológico, que consistirán en el rascado de la superficie para dar con las rupturas del terreno y localizar así el pozo o fosa común.
El problema al que ahora se enfrenta el equipo, formado por más de una decena de personas, es la meteorología, ya que la lluvia podría provocar una paralización de los trabajos, hasta que el terreno se secase. No obstante, si todo va bien, el método manual continuará hasta que se dé con la ubicación del pozo, puesto que los arqueólogos, avalados por historiadores, están convencidos de que se encuentra en el terreno acotado.
Según Navarro, es “normal” que los trabajos se demoren, ya que una posible fosa común, por su experiencia, “se puede encontrar en diez minutos o en siete meses”. La dificultad en este caso es que, para la construcción del campo de fútbol, ya se apisonó el terreno, con lo que hay “una posibilidad” de que se destruyera el propio enterramiento, aunque por ahora han descartado esta hipótesis.
OTRO TRABAJO DE CAMPO
Además de la labor arqueológica, el equipo está realizando otro trabajo de campo, para localizar fotografías aéreas de la zona, anteriores a 1998, y analizar la cartografía de la zona. Así, tienen constancia de la existencia de imágenes cenitales tomadas por el ejército americano en 1953, otra de un vuelo alemán durante los años 40 y otra de la Fuerza Real Inglesa de los años 30, que están intentando localizar en diferentes archivos. “Tenemos muchas fotos desde el oeste, desde Víznar, pero una imagen aérea nos ayudaría muchísimo”, ha dicho Navarro.
El terreno acotado se encuentra entre la carretera que une Víznar con Alfacar, en un lugar en el que el mes de diciembre del pasado año un equipo de expertos, liderado también por Navarro, ya localizó con georradar un camino coincidiendo con el antiguo cauce de un arroyo y dos anomalías en el terreno, una de ellas con profundidad suficiente para ser un enterramiento común, en el borde del mismo.
La ubicación de estas dos anomalías coincide con los testimonios recogidos en su día por el periodista Eduardo Molina Fajardo, que señalaban el posible enterramiento en un “pozo alargado” con un color de tierra gris, junto a un pequeño camino (el cauce del arroyo descubierto), hipótesis investigada además después por Miguel Caballero, autor del libro ‘Las 13 últimas horas en la vida de Federico García Lorca’.
Sin embargo, el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, incidió, durante la presentación de los trabajos, en que el objetivo no es la búsqueda de los restos del poeta, sino la localización y delimitación de fosas de víctimas de la Guerra Civil, y aclaró que, como en cualquier otro caso, si se encuentran restos óseos se comunicará el hallazgo a un juzgado para que decida al respecto.
En el mismo enclave en el que ahora se está interviniendo ya trabajó el equipo de arqueólogos coordinados por Javier Navarro de finales de noviembre a diciembre del año pasado, a iniciativa de la Dirección General de Memoria Democrática, en un espacio ubicado frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo ‘Gazpacho’ o ‘Pepino’, a unos 500 metros del Barranco de Víznar, y a unos 400 metros del parque Federico García Lorca, donde la Junta de Andalucía ya lideró en 2009 otro proyecto para la búsqueda de fosas que acabó sin el hallazgo de evidencias de enterramiento alguno o esquirla de hueso.