AUDIO: Un cortijo de la Vega, convertido en sala de fiestas

Izquierda Unida acusa al Ayuntamiento de Granada de permitir que un cortijo protegido en la Vega se convierta en sala de fiestas.

El grupo de IU en el Ayuntamiento de Granada ha acusado al equipo de gobierno, del PP, de permitir el cambio de uso de un cortijo protegido situado en la Vega para que se convierta en una discoteca, sala de fiestas y de celebraciones, algo que “nada tiene que ver con el suelo de especial protección y regeneración agrícola que para este ámbito establece la normativa urbanística”.

Según explica el portavoz del grupo, Francisco Puentedura, la última Junta de Gobierno Local aprobó un proyecto de actuación para el cambio de uso de este cortijo y para hormigonar la zona de las huertas para un aparcamiento de 200 coches y 16 autobuses, además de enlosar el entorno para la creación de tres espacios de terraza, ocupando 23.000 metros cuadrados de los 32.000 con los que cuenta la parcela.

Para Puentedura, “esta actuación nada tiene que ver con el uso de regeneración agrícola que marca el planeamiento urbanístico tanto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como en el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Granada (Potaug), que establece este suelo como no urbanizable de Vega y de especial protección”.

Además el concejal advierte de que este cortijo se encuentra en la zona de las antiguas huertas nazaríes, junto al río Beiro y donde aún se conservan restos del entramado de acequias de la época árabe.

Asimismo la edificación del antiguo cortijo está catalogada con uno de los máximos niveles de protección, un nivel dos, por sus elementos estructurales típicos de este tipo de haciendas en la Vega. “Estamos ante un proyecto que no sólo hace daño a la protección de nuestro principal patrimonio natural sino que produce un menoscabo claro a una edificación protegida y de gran valor cultural que pasará de ser un cortijo a convertirse en una discoteca y sala de fiestas”.

“La justificación urbanística planteada por el equipo de gobierno del PP y la Concejalía de Urbanismo es perversa, pues planteando la posibilidad de establecer usos compatibles en la Vega, antiguos merenderos, ventas o pequeños hoteles rurales permiten otros usos recreativos y de ocio que se acaban convirtiendo en macrodiscotecas”, añade Puentedura.

En esta línea asegura “que el estudio ambiental que acompaña el proyecto no sólo alerta de los impactos negativos en torno al suelo y a la protección paisajística, sino que advierte del daño en el vertido de residuos y aguas residuales que implicará esta actividad, así como del impacto negativo que implicará el alto número de vehículos contaminantes que pasarán por una zona de caminos rurales”.

Mediante este convenio el Ayuntamiento recibirá unos 100.000 euros (un 10 por ciento del coste de un millón de euros de la obra), además de otro 10 por ciento mediante un aval, según los datos que maneja la formación de izquierdas.