Un centenar de artistas contemporáneos procedentes de diversos países del mundo homenajean al pintor José Guerrero, considerado uno de los mayores exponentes del expresionismo abstracto, con una muestra que, bajo el título ‘La bolsa y la vida’ rinde homenaje al granadino en el centenario de su nacimiento.
El diputado delegado de Cultura y Patrimonio, José Torrente, inauguró este jueves por la tarde la exposición junto el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero, y el comisario de la misma, Pablo Sycet, señalando que “en esta sala encontramos otra forma diversa de ejercer la capacidad artística a partir del diseño de simples bolsas de compra”.
En este sentido, José Torrente añadió que “artistas noveles de diferentes países rinden tributo a lo que inició en su día el verdadero líder del arte contemporáneo diseñando una bolsa” y remarcó que “no hemos querido quedarnos en las 100 obras como símbolo del Centenario del nacimiento de José Guerrero, sino que el comisario de la muestra ha querido añadir la 101 como metáfora de que el arte sigue su rumbo, de que la vida igualmente continúa y de que el magisterio de Guerrero se engrandece y prolonga más allá de las celebraciones de este Centenario que concluye con el año”.
Por su parte, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero, felicitó a la Diputación Provincial por la iniciativa, “que no solo recopila las expresiones de algunos de los creadores más interesantes del arte contemporáneo, sino también las aportaciones de intelectuales a través de la palabra”.
Según el comisario de la exposición, Pablo Sycet, “lo fascinante de esta convocatoria es que entre 101 obras no hay ninguna que sea igual, a pesar de que algunas parten de la misma base, pues cada una tiene una intención, un colorido específico y un doble sentido metafórico diferente”.
A finales de los años 60, el pintor José Guerrero (Granada, 1914 – Barcelona, 1991), que ya estaba totalmente integrado en la vida artística neoyorkina y en plenitud de sus recursos formales, decidió experimentar con nuevos soportes y recursos técnicos en una vuelta de tuerca más sobre el ‘objet trouvé duchampiano’, y creó una serie de obras que rompían con la constante bidimensional que había marcado su trayectoria artística.
De ese afán por transitar territorios desconocidos, surgió una serie de obras formal e iconográficamente en línea con lo que eran sus dibujos y pinturas del momento, pero a la postre muy rompedora, con bolsas integradas en sus pinturas que le daban una nueva dimensión a su trabajo.
Partiendo de este hecho, surgió ‘La bolsa y la vida’, que se inauguró en Madrid con 77 bolsas –una por cada año de vida de Guerrero– en enero de este año en la Casa de Velázquez, institución de la que el pintor granadino fue becario antes de marchar a París y, de allí a EE.UU., y la que ahora se presenta en Granada.
Agrupa un centenar de trabajos realizados por un centenar de artistas de muy diversas opciones formales, generaciones y procedencias –de México, Italia, Brasil, EE.UU, Japón y Francia, además de españoles– y puede visitarse hasta el próximo 8 de febrero en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia.