Así atenderá Granada a niños víctimas para que no repitan patrones de violencia

Colaboración con la UGR

VIOLENCIA MENORESInvestigadores de la facultad de Psicología de la Universidad de Granada atenderán a menores hijos de víctimas de la violencia de género para paliar los efectos de la exposición a agresiones y ofrecerles herramientas que eviten que adquieran esos patrones y se conviertan en maltratadores.

El Ayuntamiento de Granada, la Diputación provincial y la Universidad de Granada han firmado un convenio que permitirá trabajar con niños de entre nueve y doce años cuyas madres han sufrido violencia de género.

La decana de la facultad granadina de Psicología, Francisca Expósito, ha detallado que el proyecto ofrecerá atención a los menores de manera individual y grupal para minimizar las consecuencias de haber estado expuestos a situaciones de violencia física y psicológica, ya se directa o ejercida sólo a sus madres.

Ha apuntado que el maltrato en el ámbito familiar representa un elemento que predispone porque es un patrón de aprendizaje, por lo que “queremos paliar el efecto de la exposición a violencia y dar herramientas para que no se haga crónico y los niños no repitan esos patrones”, ha detallado Expósito.

El concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Granada, Fernando Egea, ha explicado que los centros de atención a las mujeres maltratadas derivarán a los menores a este servicio, que pretende perpetuarse en el tiempo y ofrecer a los niños 16 sesiones de dos horas cada una.

“Por desgracia, los niños que han sufrido violencia repiten esos esquemas en muchas ocasiones”, ha apuntado Egea, que ha abogado por trabajar e investigar para minimizar las consecuencias negativas que sufren los niños por crecer en un entorno de violencia.

La decana de Psicología ha recalcado que el proyecto pretende ser el inicio de un recurso permanente para atender a todas las víctimas de violencia, una lacra que “cada vez afecta a más niños” que en muchas ocasiones no reciben atención de sus madres, victimizadas y con falta de autoestima.

Se ha seleccionado la franja de edad de nueve a doce años para prevenir la rebeldía de la adolescencia y evitar “comportamientos que volveremos a sentir como extraños”, ha apuntado Expósito, que ha recordado que según los datos de la Fiscalía de Menores, los menores de entornos violentos ejercen esa misma violencia contra sus madres o se convierten después en maltratadores.

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