El poeta Luis García Montero presenta este martes en Granada su último libro, ‘Un velero bergantín’ (Visor), una obra “sobre la importancia de la lectura y un homenaje a los profesores que enseñan literatura y que intentan, con todo en contra, contagiar el amor por los libros”.
Así lo ha explicado a Europa Press el catedrático de Literatura, para quien los profesores “saben que en la educación no basta con informar, que es muy importante formar. Educar es formar conciencias con capacidad de sentirse responsables”.
El acto de presentación, en el que estará acompañado por el periodista Alejandro Víctor García, será en el Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, a las 19,00 horas.
“Un velero bergantín es un libro sobre la importancia de la lectura y un homenaje a los profesores que enseñan literatura y que intentan, con todo en contra, contagiar el amor por los libros”, ha explicado a Europa Press el catedrático de Literatura, para quien los profesores “saben que en la educación no basta con informar, que es muy importante formar. Educar es formar conciencias con capacidad de sentirse responsables”.
El libro es un ensayo que reivindica la experiencia literaria y la enseñanza de la literatura, que ha ido perdiendo terreno en las últimas décadas. A pesar de este hecho, García Montero está convencido de que “la lucha entre las ciencias y las letras es una tontería”. En el contexto actual lo que resulta obligatorio es “hacer una distinción entre el saber que trabaja para los mercados y el saber que es sólo un acto de conocimiento”. En ese sentido, ha explicado que la ciencia pura está “tan maltratada” como las humanidades. “Sin seres humanos comprometidos cívicamente con la sociedad, las ciencias y la técnica se alejan de la dignidad humana”, sostiene.
Luis García Montero es una de las voces más influyentes de la literatura actual. La pasada semana presentó en México un libro de poemas de amor que verá la luz en España el próximo mes de enero. En ‘Un velero bergantín’ ha querido mezclar sus confesiones literarias como lector con diversas consideraciones críticas sobre los vínculos que unen los procesos de la literatura y la sociedad.
UNA DEFENSA DE LA LITERATURA
El subtítulo del libro, ‘Una defensa de la literatura’, hace referencia a la necesidad de reivindicar la literatura como un instrumento imprescindible para la formación de los ciudadanos. “La lectura es la mejor metáfora que conozco del contrato social moderno en su sentido más democrático. Uno aprende a conocerse a uno mismo al ponerse en el lugar del otro y sin dejar al otro sin lugar. La literatura es un ámbito hospitalario”.
Los primeros recuerdos del poeta relacionados con la lectura tienen que ver con su padre, que tenía la costumbre de recitarle en voz alta. “Me leyó la Canción del pirata de Espronceda. Yo no recuerdo la primera vez que vi el mar. Recuerdo la primera vez que oí el poema de Espronceda. Mi vida ha estado unida a la literatura desde entonces. Ahí entré en el relato, en el todavía, en la ilusión de buscar un final para los deseos. Hoy es siempre todavía, como escribió Machado”.
De esa forma surgió su vocación como escritor y como profesor de literatura. Por eso, a García Montero le gusta aclarar que no es lo mismo tener una dedicación que tener un oficio. “El oficio tiene que ver con la vocación, convierte al trabajo en el primer ámbito de compromiso con la sociedad. Yo no me hice poeta para escribir endecasílabos perfectos, sino para participar en un ámbito de emancipación humana representado por muchos maestros”, ha concluido.