La Junta y el Ayuntamiento de Granada han acordado retomar la revisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Albaicín y lo harán de manera conjunta, a fin de conseguir un documento “claro” que garantice la conservación de este barrio declarado Patrimonio de la Humanidad y que regule los usos urbanísticos en el mismo.
Este acuerdo desbloquea la redacción del plan, que quedó paralizado el pasado febrero después de que el Ayuntamiento de Granada anunciara el archivo del expediente por “caducidad”, al afirmar que la Junta tenía en su poder desde hace cinco años la propuesta municipal para actualizarlo y no había emitido resolución alguna.
La delegada de Cultura de la Junta en Granada, Ana Gámez, y la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, han explicado en rueda de prensa que el pasado octubre se iniciaron una serie de reuniones en las que técnicos de ambas administraciones fijaron la fórmula para abordar la revisión del plan, que está sin actualizar desde los años noventa. La vía de negociación se ha reabierto gracias a la mediación del Consejo Social.
Ambas administraciones han acordado que el 80 por ciento del trabajo elaborado por el equipo redactor contratado para elaborar el documento “no se va a tocar”, puesto que el principal escollo es su complejidad, por lo que las tareas se centrarán en simplificarlo. Esta labor será realizada por técnicos de ambas administraciones, de modo que se garantice la conservación y se mantenga el carácter residencial de este patrimonio habitado.
“Debe ser un texto claro, sencillo, manejable por todos y donde los criterios estén muy cerrados” para no dejar espacio a la “duda” o a la interpretación de la normativa, según han detallado las responsables públicas.
El trabajo, que arrancará formalmente en enero, se ha dividido en cinco áreas. La primera y más meticulosa será la referida a la elaboración de las fichas del catálogo con el objetivo de hacerlas más sencillas. Se elaborará un formato de ficha única para los distintos inmuebles y bienes, de forma que “con un golpe de vista” cualquier persona pueda distinguir si está catalogado o no y sus principales características.
También se van a revisar las 50 áreas de intervención que existen, a fin de eliminar algunas e incluir otras como puede ser Plaza Nueva, como acceso al barrio y a la propia Alhambra, y por ser el punto de conexión con la ciudad.
Además se ajustará la movilidad reflejada en el actual Pepri Albaicín al plan de movilidad del Ayuntamiento y se revisarán los usos que pueden acometerse en el entorno. El último bloque de trabajo se centrará en el aspecto arqueológico.
En cada uno de estos cinco bloques habrá un funcionario municipal y otro del Gobierno andaluz al cargo y se irán abordando los trabajos de forma paralela, todo ello para conseguir un documento lo más consensuado posible, de modo que no encuentre obstáculos en la tramitación.
Una vez finalizado, el nuevo Pepri Albaicín deberá ser aprobado de manera inicial por el Ayuntamiento de Granada. A partir de ahí, la Junta tendrá un plazo de tres meses para emitir su informe vinculante.