El escándalo de presunto enchufismo a la hora de contratar empleados municipales en Santa Fe ha acabado con la dimisión del actual alcalde José María Aponte. Después de once años en la política municipal de Santa Fe y seis meses como alcalde, el socialista José María Aponte deja todos sus cargos institucionales y orgánicos. Reconoce que dimite para no perjudicar a los vecinos de su municipio ni a las siglas de su partido.
Aponte se ha defendido de las acusaciones que lo vinculan con algunas contrataciones a dedo insistiendo en su honestidad. Reconoce que no dimite por enchufar a nadie y que de esta forma evita involucrar el ‘buen nombre de Santa Fe’ en polémicas políticas.
Desde la dirección provincial del partido socialista se instó a que los regidores, tanto el anterior como el actual, abandonaran cuanto antes sus cargos orgánicos. Así lo ha confirmado esta mañana su secretaria provincial, Teresa Jiménez, quien ha defendido que estas dimisiones son un ejemplo honesto de gobernar. Insiste en que, ante las dudas y sospechas, esta decisión es la mejor posible para el municipio de Santa Fe.
Teresa Jiménez defiende la gestión municipal de los alcaldes en estos años. Reconoce que se ha enterado de todo por la prensa y acusa al PP y a una concejala tránsfuga de estar detrás de estos hechos.
La secretaria provincial socialista ha insistido en que esta situación no condiciona la normalidad ni la gobernabilidad del municipio.
Sobre este asunto el PP ha criticado hoy la “hipocresía” del PSOE al no condenar el “fondo” del asunto relacionado con supuestos casos de enchufismo en Santa Fe y le ha acusado de actuar movido por la “presión política y social”.