Más de 200 familias y de 300 menores se han beneficiado en el último año del programa educativo y social impulsado por el Ayuntamiento de Granada para ayudar a la educación de hijos conflictivos o con problemas.
Se trata de la iniciativa conocida como ‘Supernani’ o ‘Hermano Mayor’, que se puso en marcha en noviembre de 2013 en los ocho centros de servicios sociales con el objetivo de cubrir las necesidades de los menores en situación de riesgo social, según ha informado a Europa Press el concejal de Familia, Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades, Fernando Egea.
Esta intervención, en la que participan 17 profesionales cualificados, es complementaria de la que se lleva a cabo desde los servicios sociales municipales y se desarrolla tanto a nivel individual-familiar como a través del trabajo grupal, con los menores y sus padres; así como mediante la intervención en el domicilio realizando tareas de educación familiar en situaciones cotidianas.
El programa se realiza a través de la Entidad Obra Social Padre Manjón. El presupuesto para 2014 fue de 100.000 euros, ya que si bien inicialmente se habían previsto 80.000, ante el aumento de necesidades surgidas ese año se modificó el contrato incrementándose en 20.000 euros más.
La intervención grupal con menores, madres y padres se ha llevado a cabo a través de distintos grupos donde han participado 112 familias. Actualmente se están desarrollando seis grupos con padres-madres y siete con sus hijos.
En atención domiciliaria en el último año se ha intervenido con 90 familias. Actualmente se está trabajando con 43 familias y 79 menores, abarcando en total a 153 miembros de diferentes núcleos familiares.
El tipo de problemáticas sobre las que se interviene son variadas. En relación a los menores se aborda el abandono y fracaso escolar, conductas violentas, impulsividad y agresividad, ausencia de responsabilidades con los materiales y labores escolares, asunción de roles y responsabilidades indebidos para la edad, autoestima baja, desmotivación o ausencia de autonomía.
En relación a los padres los profesionales se encuentran con situaciones de especial dificultad, como estrategias educativas autoritarias y/o permisivas, castigo físico como herramienta educativa, déficit en las muestras de afecto hacia los menores o sobreprotección, problemas de convivencia, dificultades en la organización doméstica, ausencia de rutinas, de normas y de control sobre los menores, entre otras.
Algunos de los problemas observados en el núcleo familiar son falta de alimentación saludable, déficit de habilidades comunicativas, ambiente familiar poco estimulativo, ausencia de espacios propios para el estudio y el descanso de cada uno de los componentes o ausencia de realización de actividades lúdicas entre los padres y los menores.