Desde la Universidad de Granada, científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento han determinado mediante diversos experimentos cuál es la huella térmica del duende flamenco. En un estudio con bailaoras detectaron que éstas experimentaban un descenso significativo de temperatura en su nariz y glúteos. Este aspecto se considera un indicador de una mayor comprensión emocional del flamenco.