El juzgado de Instrucción 4 de Granada ha admitido la personación como acusación popular de la asociación Proderechos del Niño Prodeni en la causa abierta por los presuntos abusos sexuales que sufrieron dos menores por parte de sacerdotes.
El presidente nacional de Prodeni, Juan Pedro Oliver, ha detallado a Efe que la asociación en defensa de los niños recibió ayer un auto del titular del juzgado de Instrucción 4 en el se admite su actuación como acusación particular.
Oliver ha dicho que la personación de Prodeni en la causa, que investiga el caso sobre presuntos abusos sexuales a dos menores por parte de sacerdotes de Granada, busca esclarecer la verdad y defender a las posibles víctimas.
Ha señalado además que la imputación de cuatro personas, tres sacerdotes y un laico, demuestra “que algo debe haber”, aunque ha reconocido que la asociación espera que el juzgado levante el secreto de sumario para conocer los detalles de la causa.
Un auto del juez de instruye la causa, Antonio Moreno, prorrogó en enero por segunda vez y durante un mes el secreto de sumario del caso, aunque fuentes judiciales explicaron que la medida puede levantarse antes de que concluya el plazo establecido.
Los tres sacerdotes y el profesor de religión imputados en esta causa fueron detenidos y puestos en libertad con cargos por abusos sexuales a menores el pasado mes de noviembre después de que el padre Román, considerado el cabecilla del grupo, abonara los 10.000 euros de fianza que le había impuesto el Juzgado de Instrucción 4.
Tras prestar declaración, el juez instructor les imputó distintos delitos englobados en el título del Código Penal referido a la libertad e indemnidad sexual.
El juez instructor apreció como “particularmente degradante y vejatorio” el carácter de las conductas del padre Román hacia el primer denunciante de los hechos.
El presidente de Prodeni ha apuntado que mantiene contacto con el primero de los denunciantes, cuyo testimonio califica de totalmente creíble, por lo que se han personado en la causa convencido de que existen otras víctimas que no han denunciado los hechos.
La investigación judicial arrancó a mediados de octubre, cuando un joven interpuso una denuncia en la Fiscalía después de haberla dirigido al Arzobispado de Granada y posteriormente por carta al papa Francisco, que llegó a pedirle perdón en nombre de la Iglesia a través de una llamada telefónica.