El Ministerio de Fomento estudia varias alternativas para realizar las obras de adaptación de la vía convencional en Loja al paso provisional del AVE. Entre ellas, según ha sabido Radio Granada, está la de cortar el tráfico de trenes entre Granada y Bobadilla durante unos seis meses. También se estudian otras soluciones técnicas para que la empresa pública ADIF, encargada de las infraestructuras, perjudique lo menos posible a la empresa pública RENFE, responsable del transporte ferroviario.
Fuentes del Ministerio han indicado a Radio Granada que las obras del AVE a Granada se ejecutan a buen ritmo en todos los tramos donde existe plataforma para la alta velocidad. El problema está en cómo instalar la electrificación, la protección de la vía y la instalación del tercer carril de hierro en la vía convencional en Loja.
Se trata de 27 kilómetros trazados a comienzos del siglo XX por donde tendrá que pasar un tren de alta velocidad, con excepción del tramo más cercano a Tocón modernizado hace unos años por la Junta. Para adecuar el tramo convencional habrá que cambiar incluso hasta las traviesas que están preparadas, en la mayor parte de ese trayecto, para soportar dos carriles y no tres. Ese trabajo podría realizarse por la noche levantando y terminando pequeños tramos. Eso lo haría compatible con el paso de los trenes actuales. Sin embargo, las mismas fuentes indican que esto alargaría los plazos. Por tanto, si Fomento quiere traer a Granada el AVE antes de que finalice este año, no tenía más remedio que cortar el tráfico.
El mayor problema se encuentra en el túnel cercano a la estación actual de Loja que no es compatible con la alta velocidad. Para esa adecuación será imprescindible cortar el tráfico de trenes y transbordar a los pasajeros en autobuses desde puntos a determinar. La alternativa más cómoda sería cortar el tráfico durante seis meses a partir de marzo o abril próximo, aunque la medida sería demasiado traumática, por lo que se estudian alternativas y parece que existen muy pocas.