El arzobispo de Granada, Javier Martínez, a cuya diócesis pertenecen los diez sacerdotes imputados junto a dos laicos en la causa sobre supuestos abusos sexuales a menores, ha dicho hoy sentirse respaldado por el papa, que ayer le transmitió que pide a dios y le ayuda para que no se “baje de la cruz”.
A preguntas de los periodistas antes de participar esta tarde en un acto del Arzobispado, el prelado ha manifestado que se siente respaldado por el papa Francisco y por “el pueblo cristiano”, que son los respaldos, dice, “que necesita un obispo”.
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El papa, con quien concelebró ayer la misa matutina en su residencia en el Vaticano, la Casa Santa Marta, le trasladó, ha asegurado, el siguiente mensaje: “Que pedía a Dios y me ayudaba para que no me bajara de la cruz”.
Interrogado sobre si eso significa que quiere que continúe al frente del Arzobispado de Granada, ha indicado que eso habría que preguntárselo a él.
“Pero él me ha pedido que sí, que no me bajara de la cruz. Y mientras un obispo es obispo de un sitio tiene la misión de dar la vida por la diócesis que la Iglesia y el Señor le encomienda”, ha manifestado el arzobispo.
Y ha agregado: “Quiero a la Iglesia universal y a los seres humanos con toda mi alma, y estoy dispuesto a dar la vida por esta diócesis”.
Entre los doce imputados en la causa investigada por el Juzgado de Instrucción 4 de Granada, que ayer levantó el secreto de sumario, figuran dos laicos y diez curas, tres de los cuales -los únicos que llegaron a ser detenidos y puestos luego en libertad con cargos- fueron apartados en su momento del ejercicio del sacerdocio.
Preguntado sobre si el Arzobispado va a adoptar también medidas con respecto a los otros siete sacerdotes imputados, que de momento siguen ejerciendo, el prelado ha declarado que el proceso lo lleva la Santa Sede y que no puede hacer más declaraciones al respecto porque es un proceso reservado.
Y la disciplina eclesiástica “pide para estos casos un secreto casi como el de la confesión”, ha afirmado el arzobispo tras incidir en que es la Santa Sede a quien corresponde tomar las decisiones.
El arzobispo, que por ese motivo ha eludido precisar si ha hablado durante este tiempo con los doce imputados, tampoco ha querido pronunciarse sobre las informaciones que apuntan a una falta de colaboración inicial con el juez instructor, que le habría llegado a requerir hasta en cinco ocasiones los informes eclesiásticos elaborados en relación a este caso de abusos sexuales.
Ha negado sentirse perseguido pero, interrogado sobre si se siente cuestionado, ha dicho que “hay algunas personas que tienen ese interés, pero el pueblo cristiano me quiere y yo al pueblo cristiano”.