El director deportivo del Granada, Juan Carlos Cordero, ha justificado el relevo en el banquillo rojiblanco y la llegada de siete nuevos jugadores, acontecimientos producidos en las últimas semanas, en que “el equipo necesitaba un cambio” y en que debían “mejorar la plantilla”.
“Hemos intentado reforzar la plantilla en todas las posiciones a la vez que salían algunos jugadores”, ha explicado hoy Cordero en una rueda de prensa convocada para repasar la actualidad del club y el reciente mercado invernal.
“El equipo necesitaba un cambio, había que mejorar la plantilla y levantar ánimo de muchos jugadores que no estaban dando el máximo rendimiento”, ha añadido el dirigente, quien ha aclarado que los futbolistas de su equipo “no eran tan malos como estaban demostrando”.
Cordero ha recordado que “el Granada nunca se ha quedado parado y siempre trabaja para mejorar el equipo” aunque ha querido dejar claro que “en verano se hizo un equipo competitivo y se trajo a un entrenador de renombre con el salario más alto que ha hecho el club con un técnico desde que volvió a Primera”.
El dirigente cree que en los tres partidos disputados desde que Joaquín Caparrós se marchó del Granada “se ha visto otra cara a nivel colectivo e individual” y que el problema era que los jugadores “estaban bloqueados, les faltaba creérselo”.
“Se ve otro juego pero seguimos estando en la lucha por el descenso. Siete u ocho equipos estaremos hasta el final peleando, debemos seguir apretando para que al final se pueda lograr la permanencia”, ha sentenciado.
Después de que el central colombiano Jeison Murillo anunciara el pasado martes su traspaso el próximo verano al Inter de Milán, Cordero ha reconocido el acuerdo entre las dos entidades y que el jugador ya ha pasado el reconocimiento médico con los italianos, aunque “aún no hay nada firmado”.