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Detenido el cabecilla de una banda de atracadores huido desde octubre
La Guardia Civil ha detenido al cabecilla de una peligrosa banda de atracadores desarticulada el pasado mes de octubre en la provincia de Granada que permanecía huido desde entonces, aunque, ya fugado, atracó cuatro gasolineras más y un supermercado en pueblos del cinturón granadino.
Se trata de un joven de 27 años con numerosos antecedentes policiales que fue localizado en un cortijo del término municipal de Dúrcal (Granada), donde se ocultó tras la caída de la banda que comandaba, ha informado hoy la Guardia Civil en una nota.
Los agentes le intervinieron una pistola eléctrica de las denominadas Taser con la que presuntamente había cometido varios atracos en los últimos meses, y un aerosol de defensa personal utilizado en algunos de los asaltos, como el perpetrado en un conocido establecimiento de venta de ropa y material deportivo.
Tras la detención de sus compinches, el detenido siguió atracando, según la Guardia Civil, que le atribuye al menos otros cinco robos con violencia e intimidación perpetrados entre noviembre y enero pasado en cuatro estaciones de servicio de las localidades granadinas de Ogíjares, Churriana, Vegas del Genil y Las Gabias, y de un supermercado de Ogíjares.
Además de estos cincos robos con violencia, la Guardia Civil le considera responsable de un delito de tenencia ilícita de armas, otro de robo de uso de vehículo a motor y un tercero de lesiones.
El detenido es considerado el cabecilla de una peligrosa banda de atracadores que estuvo operativa entre los meses de julio y octubre en la capital y en pueblos de la zona sur del área metropolitana de Granada y que quedó desarticulada tras la fase de explotación de la operación “Diestros”.
Las cinco personas que integraban esta banda perpetraron entre julio y octubre de 2014 doce delitos de robo con violencia e intimidación, cuatro de robo de uso de vehículo a motor, uno de tenencia ilícita de armas y otro de lesiones.
Siempre atracaban establecimientos cercanos a sus domicilios, donde se ocultaban tras cometer los atracos, que perpetraban con el rostro cubierto con cascos integrales de motocicleta, lo que dificultó la investigación.
Según la Guardia Civil, actuaban con gran violencia, y en uno de los atracos en un centro comercial llegaron a rociar al vigilante de seguridad con un espray de defensa que le ocasionó lesiones graves, mientras que en el robo a un supermercado agredieron a una niña.
