Los herederos de la anciana de Órgiva que dejó sus bienes al grupo de curas conocido como “Clan de los Romanones” se personarán como acusación en el proceso judicial que se sigue contra el sacerdote Román Martínez por supuestos abusos sexuales, según han asegurado a la Ser fuentes de su representación legal. Los herederos, pedirán que se revierta el testamento por que los sacerdotes que administraron los bienes de la anciana no dedicaron el dinero a obras sociales y de la Iglesia. Entiende que fue a su propio beneficio e incrementar su patrimonio.
Una herencia que estaba destinada a obras benéficas y la construcción de un asilo de ancianos en Órgiva aunque los deudos aseguran que nunca se cumplió la última voluntad de la farmacéutica ya que desde el grupo de curas se apropiaron de la veintena de inmuebles del testamento donde la policía sospecha que se pudieron cometer buena parte de los abusos denunciados.
Un legado de más de tres millones de euros en inmuebles y dinero en efectivo que la anciana legaba, en principio, a sus familiares y a obras benéficas en el testamento original que había redactado el marido de la fallecida , en 1990. El documento sufrió varias modificaciones en los años 92, 96 y 2002 aunque sin variar el destino de la herencia. Todo hasta que el nuevo párroco de Órgiva tomo contacto con la anciana, momento en el que los deudos tuvieron muy difícil mantener relación con la mujer.
La mujer murió en el año 2008. Curiosamente de los dos sacerdotes, quien acreditó ante el notario la muerte de la mujer fue el juez eclesiástico ahora suspendido y acusado por como uno de los cuatro responsables de los abusos.
Tres de estos familiares, residentes dos en Nerja y uno de Valencia, han iniciado una acción judicial conjunta en la que piden, primero, personarse en la causa, después que los sacerdotes rindan cuentas sobre el destino que dieron a los inmuebles y el dinero de la mujer y , después, que se revoque la donación que hizo en vida la anciana y por el que les legó a los religiosos algunas propiedades que estaban destinadas a sus familiares así como el dinero en efectivo por la venta de una farmacia en la localidad, más de 1.2 millones de euros.