Las vísperas del primer domingo de Cuaresma trajeron consigo una jornada repleta de actos cofrades y que, en el barrio del Realejo, se desarrollaron profusamente. Uno de los principales fue el vía crucis con la imagen del Cristo de las Misericordias que salió desde el convento de las Vistillas, en la calle Molinos, y que recorrió las principales calles del barrio.
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El acto piadoso, conducido por el sacerdote Felipe Aguilera, contó con la participación de una decena de hermanos de la corporación letífica de los Ángeles y fue acompañado, de forma íntima, por cofrades y vecinos que se sumaron de esta manera al rezo de las catorces estaciones. Especialmente emotiva fue la reflexión realizada por el predicador a las puertas de las Comendadoras de Santiago, donde se culminó con el rezo de la salve en honor de la Virgen de la Amargura.
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A diferencia de lo que estamos acostumbrados, el vía crucis no contó con capilla musical o formaciones corales sino que estuvo armonizado por la banda de los Ángeles quien, de manos de su director Manuel Elvira, interpretó un exquisito repertorio durante el recorrido. Esta es una de las marchas que pudieron escucharse: