El Teatro Real de Madrid acoge este martes 24 el estreno mundial de ‘El Público’ de Federico García Lorca, considerada la obra más enigmática y complicada del poeta. El propio poeta la calificó de ‘teatro imposible’, ya que lo consideraba su teatro más verdadero pero sin posibilidad alguna de ser representado en la España de entonces. La ópera cuenta con la dirección musical del granadino Pablo Heras Casado.
Lorca escribe ‘El Público’ en Cuba, en 1930, tras su viaje a Nueva York y, seis años después, en julio de 1936, Federico viaja a Madrid y le da el manuscrito a su amigo Martínez Nadal, pidiéndole que lo destruya si muere. Era un boceto, un borrador, pero nunca apareció un texto definitivo y es muy posible que nunca existiera.
El director musical de la ópera, el granadino Pablo Heras Casado dice sentirse emocionado:
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‘El Público’ habla de la homosexualidad, del teatro y del arte que transforma la vida y al ser humano. Lorca quiso desafiar la hipocresía de la sociedad burguesa, no sólo en el terreno sexual, también en el artístico. Un desafío, de otro tipo, que también ha sentido Andrés Ibáñez, autor del libreto: “El de mantener todo lo que está en la obra, el surrealismo, la locura, los diálogos absurdos, los saltos de la lógica y, al mismo tiempo, intentar que todo eso funcione y que se entienda, desde el principio hasta el final”.
Según Ibáñez, “El Público es una obra surrealista, difícil y es una leyenda porque no sabemos qué hubiera sido si Lorca la hubiera repasado. La obra está acabada pero no es una versión definitiva; por eso es una obra compleja, si la hubiera terminado tendríamos más claves. Es un reto importante, pero esa es la clave del teatro”.
Para Mauricio Sotelo, compositor y autor de la música de ‘El Público’, si Federico García Lorca viviera “hubiera llorado de emoción” y “el Lorca músico se lo hubiera pasado bomba” al ver ‘El Público’, su obra “más misteriosa”, convertida en una ópera sobre el escenario del Teatro Real.
Y en esta ópera, además, la puesta en escena de Robert Castro y dirección musical de Pablo Heras Casado, la guitarra de Cañizares, el cante de Arcángel y 35 altavoces repartidos por toda la sala que mezclarán lo operístico y el flamenco con texturas y efectos electrónicos.
El Teatro Real dedicará esta ópera y su estreno mundial al fallecido Gerard Mortier, impulsor de este proyecto en 2010.