Precariedad y alta exigencia laboral: los nuevos riesgos psicosociales en las pymes

Investigación UGR

Un proyecto europeo ha revelado que la precariedad, la inestabilidad y las altas exigencias laborales actuales se encuentran entre los riesgos psicosociales “emergentes” en las pequeñas y medianas empresas, una situación que se ha visto agravada por la crisis económica.

Esta iniciativa, presentada hoy en la Facultad de Ciencias del Trabajo de Granada y financiada por la Comisión Europea, ha contando con la participación de profesores de la Universidad granadina y la colaboración del Instituto Superior do Ciencias do Trabalho (Portugal), la Universitá degli Studi di Verona (Italia) y la University of Macedonia (Grecia).

Antonio Delgado, director de la Cátedra de Salud y Bienestar Organizacional y miembro del proyecto “RiskSME-Spain”, ha explicado a Efe que el objetivo esencial del mismo ha sido analizar los riesgos psicosociales emergentes en pequeñas y medianas empresas y descubrir las consecuencias negativas que estos tienen.

Al margen de riesgos tradicionales en este tipo de organizaciones, los investigadoras han encontrado cinco afecciones fundamentales que han calificado como emergentes y que se sustancian en el “sub-empleo”, la precariedad y la inestabilidad laboral y la intensificación y las altas exigencias en el trabajo, que implica más cargas con menos salarios.

A estos factores se suman otros valores de tipo sociocultural que priman ahora como la competitividad, el individualismo y el culto al éxito, ha detallado Delgado.

Según este experto, esos riesgos emergentes están afectando al bienestar y a la salud de los trabajadores y se han visto especialmente acentuados en los últimos años con la situación de crisis económica.

Una vez analizados estos riesgos y sus consecuencias, el proyecto prevé plantear propuestas de intervención, que se abordarán en una nueva fase de la investigación.

No obstante, ha avanzado que para la cambiar la situación habrá que reducir al máximo esos factores de riesgo y paralelamente dotar a los trabajadores de habilidades para identificarlos y abordarlos con éxito.

Para ello, ha añadido, será necesario mejorar las condiciones de trabajo, disminuir las cargas y atajar la inseguridad contractual, además de avanzar en la difusión de los métodos de evaluación de los riesgos psicosociales y en la educación tanto de trabajadores como de empresarios.

Este tipo de riesgos, ha advertido Delgado, afecta tanto al trabajador, con síntomas psicosomáticos, como al grupo, en el que se puede generar una mala relación entre compañeros, y a la propia organización empresarial.

“Que un trabajador no esté a gusto, no tenga una buena calidad de vida en su empleo, acaba repercutiendo en la rentabilidad y la productividad de la empresa”, ha detallado.

El proyecto ha seguido una metodología fundamentalmente cualitativa, basada en entrevistas a trabajadores y empresarios de diferentes sectores y luego completada con grupos de discusión.

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