Con el título “La orientación de las estructuras ortogonales de nueva planta en época romana. De la varatio y sus variaciones”, la Editorial Universidad de Granada (eug) publica un libro, coordinado por las profesoras de la UGR Margarita Orfila y M.ª Esther Chávez y la investigadora postdoctoral de la UGR, Elena H. Sánchez, en el que se recogen los resultados del proyecto “Un sistema para orientar y trazar las estructuras ortogonales de época romana. Su identificación en Pollentia, su aplicación en otros yacimientos (SOTOER)”, perteneciente al Plan Nacional de I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación, al que se han sumado nuevas líneas de investigación.
El libro, profusamente ilustrado con fotografías, cuadros y figuras, cuenta con más de 200 páginas de gran formato, en las que se recogen, en cuatro grandes capítulos, las aportaciones de investigadores y especialistas que tratan, entre otros asuntos, de “La ciudad romana de Pollentia”, “El uso de triángulos rectángulos como elementos calibradores de las orientaciones de las infraestructuras ortogonales en época romana”, “Creación y uso de un gnomon” y “Los chequeos empíricos sobre el terreno”.
Además de las responsables de la edición de este libro, ya citadas, han participado en el volumen los investigadores Luis Moranta, Equipo SOTOER, Miguel Á. de la Iglesia, Mario Gutiérrez, Víctor Costa y Purificación Marín.
Nada al azar
Las coordinadoras de este volumen hacen hincapié en el hecho de que en época romana, en cualquier análisis previo a la creación de una nueva construcción nada quedaba al azar, incluida la decisión de adjudicar una orientación a los nuevos inmuebles. “El modelo que aquí se propone –dicen– tiene como base la aplicación de las propiedades de los triángulos rectángulos, siendo la técnica de la uaratio, descrita por el autor clásico Nipsius, la clave de los resultados obtenidos. En segundo lugar, otro de los logros de este proyecto ha sido la creación de instrumentales como los que se utilizaban en la época. Unos útiles para reconocer in situ, y plasmar sobre el terreno, los diseños de las obras a construir. Nos referimos al gnomon, la groma, etc. El punto de arranque de esta investigación fue en la ciudad romana de Pollentia (Mallorca), yacimiento en el que se desarrollaron las primeras experimentaciones in situ, que se han ido aplicando progresivamente en otros sitios arqueológicos. Hoy podemos decir que el procedimiento se iniciaba con la localización de los puntos cardinales en el solar en donde se iba a edificar, tal como Vitrubio o Higinio Gromático indicaron en sus obras, funcionando ese eje generado como línea de referencia en el procedimiento de ejecución de la obra”.
Así, con los resultados obtenidos en cada una de las experimentaciones, los investigadores integrantes de este volumen han podido dar una mejor interpretación a los procedimientos llevados a cabo en época antigua por los topógrafos y constructores durante el proceso de creación de ciudades, campamentos militares, asentamientos rurales u otros trazados.