Nacido en Pinos Puente, es uno de los científicos universitarios españoles de mayor prestigio. Es físico, matemático e informático y ha ostentado numerosos cargos y desarrollado su carrera en multitud de países. Es uno de los padres de la informática educativa en España y, entre otros méritos, ha obtenido un premio nacional y cuenta con unos galardones de investigación que llevan su nombre.
Licenciado y doctor en Físicas por la Complutense de Madrid, licenciado en Informática por la Politécnica de Madrid, y Diplomado en Matemáticas Aplicadas por el Gobierno de Francia. La formación y trayectoria de Antonio Vaquero Sánchez son abrumadoras. Ha sido director del Departamento de Informática de la Autónoma de Barcelona, vicedecano de la Facultad de Físicas y director de la Facultad de Informática de la Complutense de Madrid, coordinador nacional de la Red Iberoamericana de Informática, o miembro de la Academia de las Ciencias de Nueva York. Ha desarrollado, además, numerosos proyectos en países como Francia o Estados Unidos, e impartido conferencias magistrales por toda América Latina.
Vaquero Sánchez está considerado discípulo del padre de esta ciencia en nuestro país, el profesor García Santesmases, creador de los equipos y las escuelas de investigación que introdujeron las computadoras en España. Su mérito es, precisamente, haber tomado el testigo de los primeros investigadores para impulsar el desarrollo de Informática educativa aquí, campo en el que este experto en Lenguajes y Sistemas es uno de los pioneros. El desarrollo de esta disciplina en el ámbito universitario y su expansión a la sociedad como herramienta de crecimiento en todos los sectores no puede entenderse sin su labor.
Hablar de Vaquero Sánchez es, por tanto, hablar de uno de los grandes científicos universitarios europeos. Sin embargo, ni el paso del tiempo ni la distancia han hecho que olvidara sus orígenes. Allí donde ha estado, siempre ha dejado patente el legado de sus raíces andaluzas, granadinas, y pineras. El orgullo por haber nacido en Pinos Puente y haber aprovechado las enseñanzas que de niño recibió de sus padres, Antonio y Angustias, y de su maestro, don Benigno. Ellos le enseñaron la importancia del conocimiento, del sacrificio, de la honradez y de la generosidad, armas con las que todo lo ha conseguido. Y es que, probablemente, es tan admirable lo logrado como la forma en que lo ha hecho. Siempre con honestidad, trabajo, esfuerzo, y ayudando a todo el que ha podido. Ha llevado una vida ejemplar, consciente de que muchos eran los que le veían como espejo en el que mirarse.
Lo cierto es que nunca ha habido día en el que Vaquero Sánchez no se haya acordado de su Pinos Puente. De de sus padres (que le dieron las mejores enseñanzas), de sus amigos (a los que conserva desde la niñez), de sus hermanos (a los que quiere con pasión), de aquellos guisos de su abuela, de la maravillosa escuela del tío Benigno, de su equipo de fútbol, de los campos, de las acequias, de las coplillas que le enseñaban sus mayores, de los baños en las aguas termales, del perro León, de sus calles y plazas, de Lorca y de Morente. Allí donde ha ido, Pinos Puente ha ido con él. Por ello, la inauguración de un parque con su nombre, en el pueblo del que también es Hijo Predilecto, es el mejor reconocimiento a su persona y a su legado.
El acto tendrá lugar el viernes 27 de marzo en Pinos Puente a las 19:30 horas. Familiares, amigos y vecinos arroparán a Antonio Vaquero Sánchez ese día que será, sin duda, muy emotivo.