Tras más de treinta años de andadura ininterrumpida, la trayectoria de la compañía vasca Tanttaka Teatroa se define por una personal heterogeneidad: han saltado de un género a otro, desde la comedia musical hasta el drama naturalista pasando por la investigación y creación vinculada a otros lenguajes presenciales como la música en directo y la danza.
Recientemente Tanttaka Teatroa ha sido distinguida con el Premio Max a la Mejor Empresa o Producción Privada de Artes Escénicas, en 2014.
La calma mágica ha sido coproducido con el Centro Dramático Nacional, y cuenta con la firma y dirección de Alfredo Sanzol.
En el espectáculo que presenta este fin de semana el Teatro Alhambra un viaje iniciático nos va a llevar a África, a los elefantes rosas, al amor, a la obsesión, a los allanamientos de morada, a las escopetas de caza, al alcohol, a la traición, a los sueños robados y a los manantiales de los que surge el agua de la vida.
Oliver es un hombre que quiere cambiar de vida. Durante una entrevista de trabajo su futura jefa le ofrece probar unos hongos alucinógenos. Oliver comienza a ver que en el futuro se quedará dormido delante del ordenador y que un cliente le grabará con el móvil dando cabezadas. Oliver querrá que el cliente borre ese vídeo del móvil, y el cliente no querrá. De la lucha de dos cabezones nace esta historia de búsqueda de la dignidad y del sentido de la vida, explica Alfredo Sanzol.
La Calma Mágica está dedicada al padre del autor, al deseo de poder volver a hablar con él, y al rechazo de que las personas se vayan para siempre. También al placer de recordar historias como esta: Cuando mi padre vivió en Tejas se hizo amigo de una pareja de rancheros que habían perdido a un hijo recientemente. El chico tenía más o menos la misma edad de mi padre y se le parecía muchísimo. Se le parecía tanto que los rancheros le hicieron la siguiente oferta: Si se quedaba a vivir con ellos, le dejarían el rancho en herencia.
Creo que a mis personajes les pasa lo mismo que al personaje de Mishima y a medida que transcurre el tiempo, los sueños y la realidad llegan a tener el mismo valor entre los recuerdos. Todo lo que ha sucedido en la realidad se mezcla con lo que pudo suceder. Y, como la realidad deja rápidamente el espacio a los sueños, el pasado se parece cada vez más al futuro, cuenta Alfredo Sanzol.
Teatro
CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL / TANTTAKA TEATROA
La calma mágica
De: Alfredo Sanzol
Marzo 2015, días 20 y 21 (21 h.). 17 €