Cuevas del Campo recrea la Jerusalén de hace 2.000 años para teatralizar la Semana Santa de la mano de alrededor de 400 vecinos que encarnan a los protagonistas de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, una fiesta de interés turístico andaluz galardonada por su veracidad.
Cuevas del Campo es un municipio del norte granadino con unos 2.000 habitantes, la misma cantidad de personas que visitan hoy sus calles para acercarse a su Semana Santa Viviente, una tradición con quince años de historia que sorprende por la veracidad de la teatralización en la que intervienen unos 400 de sus vecinos.
Esta escenificación declarada fiesta de interés turístico andaluz y Patrimonio Inmaterial de Andalucía (2011), convierte las descripciones del evangelio de San Mateo en acciones reales para relatar la pasión, muerte y resurrección de Cristo de una manera más real y dar vida a las escenas inertes que sacan sobre costal en otros puntos del país durante este Semana Santa.
Desde esta mañana, turistas y devotos pasean por las calles de este municipio, tornado en la Jerusalén que acogió el juicio de Pilatos, para acercarse a una historia que no por conocida deja de impresionar a los espectadores.
“Yo llevo quince años viviendo esta Semana Santa Viviente y siempre me emociona porque el realismo de algunas escenas es tan conseguido que duele ver la flagelación o la crucifixión”, explica a Efe María Piedad Vico, teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Cuevas del Campo y una de las vecinas que da vida a la historia.
Vico forma parte del pueblo judío que esta tarde animará a Pilatos a condenar a Cristo a la cruz, una parte fundamental de la teatralización que este año volverá a ofrecer un desfile militar, la subida al Monte del Calvario, las tres caídas y la muerte y resurrección de Jesús.
Para aportar la veracidad que toca los sentimientos de los espectadores, los vecinos preparan durante todo el año la escenografía repartida por el municipio, los atuendos de la época y la ‘banda sonora’ que acompaña a cada escena bíblica.
La escenificación del drama, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo tuvo ayer “un ensayo general” con todos los detalles, aunque la fidelidad con la que los vecinos interpretan cada detalle ha convertido esta prueba en un ‘pase’ más de la Semana Santa Viviente, que ha dado comienzo a las cinco de esta tarde.
Durante algo más de dos horas, la ambientación musical y el vestuario de la época trasladarán a los visitantes a esa historia y convertirá a los vecinos de Cuevas del Campo en Pilatos, María Magdalena o los ladrones que acompañaron a Jesús en la cruz.
“Se representa todo, desde el dolor de la virgen a los insultos de los soldados o la crucifixión, que tiene tal realismo que puedes notar el dolor en la gente que lo ve”, ha detallado Vico.
Este espectáculo religioso teatral permite hacer un viaje al pasado para sentir la Semana de Pasión de una manera diferente, contemplar muecas, palpar emociones y aplaudir en la resurrección final de una tradición que se ha convertido ya en un acicate económico y turístico.
Crónica de María Ruiz (EFE Granada)