La Gendarmería marroquí localizó esta mañana a los tres espeleólogos andaluces perdidos en Marruecos desde el pasado martes y durante la tarde consiguió acceder al fondo del acantilado. Hasta allí descendió un grupo de rescatadores a pie, que incluía médicos.
A última hora de la tarde las autoridades marroquíes han confirmado a la agencia oficial de noticias marroquí, MAP, que uno de los tres españoles está muerto.
Las fuentes no indican la identidad del fallecido. “Los equipos de rescate de la Gendarmería Real han podido socorrer esta tarde del sábado a dos de los tres espeleólogos españoles que se habían caído en un acantilado situado en la provincia de Uarzazate”, indican las fuentes, que añaden que “desgraciadamente el tercer espeleólogo ha fallecido”. Además, apunta que los dos heridos han recibido primeros auxilios en el lugar y serán evacuados al hospital, pero no señalan cuándo.
Según esta información, el espeleólogo fallecido se cayó en un acantilado de varios centenares de metros situado en la localidad de Tarmest, perteneciente al poblado rural de Iminulauen.
Las autoridades locales de la provincia de Uarzazate subrayan que los tres españoles, que según fuentes familiares poseían notable experiencia tanto en espeleología como en montañismo, no estaban acompañados de un guía profesional.
Un rescate “lento, peligroso y complicado”
El rescate de la Gendarmería y Protección Civil marroquíes resultó “lento, peligroso y complicado”, según explicaron a la SER fuentes diplomáticas en Rabat.
La expedición, formada por nueve miembros de la Federación Andaluza de Espeleología, salió de Sevilla el pasado fin de semana para pasar las fiestas en el Alto Atlas marroquí, donde se encuentra el pico más alto del país, el monte Tuqcal, a 4.167 metros de altura. Se trata de dos policías nacionales granadinos de 41 años, el inspector jefe José Antonio Martínez, destinado en Almería y Juan Bolívar, que trabaja en Madrid. El tercero es Gustavo Virues, de unos 26 años y originario de Cádiz.
El grupo se separó temporalmente y, como no volvieron a encontrarse dentro del tiempo acordado, el jefe de la expedición alertó al Consulado español y la Gendarmería marroquí en Casablanca. A pesar de que las familias denunciaron la ausencia de equipos de rescate, tras denunciar su desaparición, se movilizó la gendarmería de Ourzazate, a la que se unieron el miércoles, los cuerpos terrestres marroquíes. Un helicóptero empezó las labores de búsqueda el jueves, pero debido a la niebla, las nubes y la falta de visibilidad, le fue imposible continuar con las labores.
Un equipo de rescate de espeleólogos amigos de la misma asociación andaluza esperaron ayer la autorización de Marruecos para entrar en el país y buscar a sus compañeros, sin éxito finalmente. El plan de los tres desaparecidos era realizar una serie de ascensiones antes de reencontrarse con el resto del grupo en Taghreft.
Crónica para la Ser de Sonia Moreno desde Marruecos.