El espeleólogo granadino Juan Bolívar, único superviviente del accidente del cañón de Wandrass, en el Atlas marroquí, ha partido a España en un avión de la Policía española que despegó al filo de las 14.00, hora local (13.00 GMT), desde Uarzazate. A su llegada a Madrid ha sido recibido en el propio Aeropuerto por el ministro del Interior. Bolívar se encuentra en aparente buen estado y ha salido del hospital marroquí por su propio pie.
A Bolívar lo han acompañado agentes de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) de la Policía que habían llegado el domingo a Marruecos, pero no así sus familiares (su padre y su hermano), por no haber espacio disponible en el avión. En el aeropuerto, Bolívar, que se encuentra bien de salud, fue despedido por las autoridades civiles y militares de Uarzazate.
El avión no ha trasladado los cadáveres de Gustavo Virués y José Antonio Martínez, que viajarán en un vuelo posterior, dijeron a Efe fuentes oficiales marroquíes, sin aclarar si eso será hoy o ya mañana.
Bolívar abandonó por su propio pie la Clínica Chifa de Uarzazate, donde se recuperaba desde el domingo por la noche tras pasar varios días en el fondo del barranco, aquejado de hipotermia y estrés postraumático, aunque no presentaba ninguna lesión.
Agentes de la Gendarmería Real marroquí se presentaron anoche en su habitación de la clínica para tomarle declaración, dijeron hoy a Efe fuentes oficiales marroquíes.
Las fuentes presentaron este interrogatorio como “normal” y “según el procedimiento habitual”, dado que ha habido un accidente con víctimas mortales y la Gendarmería tiene que levantar el correspondiente atestado.
El avión que trasladó a Bolívar había llegado a Uarzazate el pasado domingo por la tarde para transportar a un equipo de siete especialistas en alta montaña de la Policía y la Guardia Civil que ayudasen en el rescate a los accidentados.
Aquel avión estaba listo desde el viernes pasado, pero las autoridades marroquíes se demoraron para conceder el permiso de entrada, cuestión que ha suscitado numerosas críticas en España en el supuesto de que podrían haber salvado la vida de Martínez si hubieran llegado antes al lugar de los hechos.