El futuro está en las aplicaciones para dispositivos tecnológicos y Granada tiene mucho que decir en el ámbito sanitario.
Dos empresas, una con base en Granada y Londres y otra radicada en Copenhague y Berlín, han firmado un contrato de alianza estratégica con el que pretenden desarrollar aplicaciones sanitarias para el control cardiológico a través del uso de nuevos dispositivos tecnológicos como relojes inteligentes.
Este acuerdo ha sido rubricado entre Global InDevices y Cortrium y permitirá así el impulso de Investigación y Desarrollo (I+D+i) en los denominados “wearables”, aquellos dispositivos que se llevan puestos como una prenda o un complemento.
Con esta colaboración las firmas formarán un equipo conjunto para centrarse en una solución que aspira a cambiar el paradigma en la atención médica y mejorar la prevención a través de la combinación tecnológica, según han informado en un comunicado.
El primer proyecto llamado “Osiris”, en referencia al dios egipcio de la inmortalidad, será el desarrollo de nuevas aplicaciones para el seguimiento a través de electrocardiograma, que ya ha desarrollado Cortrium en el dispositivo denominado “InWatchZ”.
El proyecto conllevará una nueva visión de los cuidados de la salud personal que ayudará a profesionales de la salud, favorecerá a los pacientes y la prestación de apoyo adicional para ambos, han señalado.
El primer trabajo se centrará en el desarrollo de una solución para administrar la salud cardíaca, que aprovechará el dispositivo médico que se coloca en el pecho.
El dispositivo suministrará información a un centro de control y éste a su vez se comunicará con el usuario para mantener un adecuado nivel de salud.
En el proyecto participarán asociaciones y sociedades médicas profesionales y colectivos sociales que tienen relación en Europa con la salud y el corazón.
Sus promotores han destacado que también supondrá un importante ahorro en la reducción de la frecuencia de visitas a las consultas médicas y una mejora de la atención del usuario en tiempo real y a un precio “muy asequible”.
Sólo en España se calcula que puede haber unas dos millones de personas que pueden necesitar un seguimiento cardiológico, bien por su edad o por haber presentado algún síntoma relacionado con esta dolencia.