Según los datos hachos hoy públicos por le Instituto Nacional de Estadística, a lo largo del primer trimestre de 2015 un total de 20 empresas granadinas han sido concursadas, la misma cifra que en el primer trimestre del año anterior, y 2 más que las concursadas en el cuarto trimestre de 2014 (18).
El perfil de la empresa granadina que, durante este trimestre, ha sido concursada es de de una S.R.L., que lleva a cabo su actividad económica en el seno del sector servicios, que cuenta con cinco o menos empleados, con un volumen de negocio inferior a los 250.000 euros, y que lleva entre cinco y ocho años, ambos inclusive, desarrollando su actividad económica. Si pasamos a analizar los datos agregados durante los más de ocho años que dura ya la actual crisis económica podemos comprobar cómo, desde 2007 al actual primer trimestre de 2015, un total de 471 empresas granadinas han sido concursadas.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, relativos a las empresas granadinas que se han visto obligadas a tener que declarar un concurso de acreedores no hacen más que poner de manifiesto lo que desde UGT Granada venimos denunciando en los últimos meses: el final de la crisis que nos quiere vender el señor Rajoy es una nueva mentira del Partido Popular.
A pesar de ello, y tal como ocurre cuando analizamos los datos de desempleo, el que no haya aumentado el número de empresas concursadas en Granada no puede, en ningún caso, ser valorado como algo positivo en lo que sustentar una posible mejoría de la economía provincial, ya que cada nuevo proyecto empresarial en Granada que pasa por dificultades económicas viene a añadir más destrucción de empleo y un mayor nivel de drama social para más familias granadinas.
Así, junto con la clase trabajadora, las PYMES granadinas no sólo han sido las que en mayor medida han sufrido los efectos negativos de la actual crisis sino que, a pesar de las declaraciones del Ejecutivo Central, la siguen padeciendo. Así, la cifra de empresas concursadas en Granada no ha dejado de incrementarse desde el inicio de la crisis hasta los años 2012 y 2013, los cuales recogieron los picos más elevados. De esta forma, aunque 2014 fuera el año de inicio de un cambio en la tendencia alcista de este indicador, el mismo no se ha traducido en una reducción del número de PYMES granadinas que pasan por serias dificultades económicas, sino todo lo contrario.
Por lo tanto, tal como ocurre con los datos de desempleo, cada nueva empresa granadina obligada a recurrir a un concurso de acreedores tiene que ser valorada, por UGT, como una mala noticia. Mientras que las entidades financieras no se decidan a financiar a familias y pequeñas empresas y mientras que el Gobierno de la derecha española siga obstinado en gobernar para los más pudientes, la anunciada salida de la crisis no será más que una falacia, una mentira disfrazada de verdad por la mejora de unos datos macroeconómicos que no terminan de materializarse ni en la mejora de la situación de nuestras PYMES ni en un mínimo alivio para las más que perjudicadas economías de las familias trabajadoras de Granada.