El catedrático de Matemática Aplicada y director del Grupo de Investigación en Métodos Electorales de la Universidad de Granada, Victoriano Ramírez, aboga por cambiar el modelo actual para procesos como la investidura de la presidencia de la Junta para facilitar gobiernos en escenarios de voto fracturado.
Ramírez, que dirige el Grupo de Investigación en Métodos Electorales (GIME) de la Universidad de Granada, ha detallado a Efe que la falta de apoyo que ha impedido hasta el momento la investidura como presidenta de la Junta de Andalucía de Susana Díaz demuestra que hace falta una revisión de los modelos de elección de cargos públicos que se adapten al actual escenario pluripartidista.
El director del Gime ha apuntado que aunque las negociaciones sin acuerdo en el Parlamento andaluz parecen mostrar que la representación de un mayor número de partidos dificulta la gobernabilidad, solo demuestra que el modelo electoral no está adaptado al nuevo escenario político.
“Lo que ocurre es que la legislación electoral no está pensada para parlamentos fragmentados y, por tanto, deberían introducirse algunos cambios”, ha apuntado este experto, que considera que otros métodos electorales habrían permitido ya formar gobierno en Andalucía sin restar representatividad ni discriminar votos.
Ramírez ha detallado que con el método Borda, diseñado por el matemático francés Jean-Charles Borda en 1770, Díaz sería casi seguro presidenta de la Junta ya que los candidatos se ordenan atendiendo a las preferencias de cada parlamentario.
Con este modelo, cada uno de los 112 diputados elegidos puntúa a los partidos con representación del uno al cinco -por el número de partidos-, y el candidato del más votado es elegido presidente sin necesidad de segundas rondas o nuevas convocatorias electorales.
El director de este grupo de investigación recuerda otros métodos como el Condorcet, en el que se enfrentan los partidos como en una especie de liga de fútbol desde los dos con menos votos hasta que solo quedan dos y el líder del más votado se convierte en presidente.
Con este modelo, Antonio Maíllo (IU) se enfrentaría a Juan Marín (Ciudadanos) y el ganador en número de votos contra la tercera fuerza política hasta que se selecciona el ganador.
Ramírez ha recalcado que cualquiera de estos métodos habría permitido, sin convocar unas nuevas elecciones, que los parlamentarios hubieran elegido ya un presidente del Gobierno andaluz.
“Todos los métodos tienen sus deficiencias pero la situación actual, y con unas elecciones autonómicas y locales próximas, demuestra que hace falta adaptarse al nuevo escenario de partidos para facilitar la gobernabilidad”, ha sentenciado este experto.