Aprobado el nuevo Plan de Ordenación Urbana de Peligros

Apoyo de todos los grupos


El Pleno del Ayuntamiento de Peligros ha aprobado este mediodía el Plan General de Desarrollo Urbanístico, que sienta las bases del desarrollo del municipio, ya a partir de la próxima legislatura. Con la aprobación provisional, el Ayuntamiento ha terminado su trabajo con el PGOU, que tendrá que ser admitido de forma definitiva por la Comisión Provincial de Urbanismo.

peligrosTodos los grupos políticos han votado a favor del Plan General; un consenso que ha caracterizado toda la sesión de Pleno extraordinario. “Algo que no es fácil conseguir gobernando en minoría”, ha afirmado el alcalde, Roberto García.

En la misma sesión, el equipo de gobierno ha dado cuenta del informe de Intervención del primer trimestre de 2015, que contempla ya un periodo medio de pago a proveedores de 34,29 días, muy próximo ya a los treinta días exigidos por ley.

“Es importante que todos estemos de acuerdo en aprobar este PGOU, porque todos hemos puesto nuestro granito de arena para que este plan salga adelante”, ha manifestado Santiago González, concejal de Urbanismo y portavoz del equipo de gobierno. “El PGOU sale del consenso de todos, es un plan para muchos años, gobierne quien gobierne, y servirá para dinamizar el municipio”, ha añadido.

Según Santiago González, el Plan General de Ordenación Urbanística, que era un compromiso del equipo de gobierno para esta legislatura, es “la herramienta necesaria para dinamizar el tejido industrial y empresarial de este municipio”, y “nos podemos sentir orgullosos los cuatro grupos políticos de este Ayuntamiento”.

También ha habido unanimidad en la aprobación de la reordenación del área de intervención 14, para poner en valor el suelo de la antigua Alhambra Motor, en el que ya se ha interesado una empresa.

Así, con el PGOU, la puesta en valor del suelo del área de intervención 14 y del sector C4 -los terrenos del Caserío de San Agustín, en los que se va a ubicar una gran superficie comercial que ya cuenta con un proyecto de 1,7 millones de euros y que tendrá licencia antes de final de año-, y con la puesta en carga del antiguo estadio Antonio Bailón también para el desarrollo de empresas, se inician “nuevos tiempos en este municipio”, en palabras del concejal de Urbanismo.

Del Plan General, el concejal de Urbanismo ha destacado tres puntos: contempla un crecimiento controlado y sostenible, aprovecha los barrancos para crear un carril bici y peatonal que permitirá ir de un barrio a otro caminando o en bici, y contempla una entrada por la A-92 que será fundamental en la generación de riqueza y empleo. El alcalde, Roberto García, ha añadido como elementos destacados la reserva de suelo para construir vivienda pública por encima de los parámetros que exige la ley.

El grupo socialista ha justificado su apoyo al Plan en las garantías que le ofrece el equipo redactor y de los técnicos, y ha pedido al equipo de gobierno que venga que divulgue y dé difusión al PGOU entre la ciudadanía. Por su parte, el PP ha argumentado su posición favorable a que “está por encima de ideologías, y busca el desarrollo local de Peligros”. El portavoz popular ha recordado que el PP presentó propuestas desde el inicio del Plan, y “muchas de ellas fueron aceptadas”.

El Plan General de Ordenación Urbanística es el marco legal que regula los suelos urbanos, los urbanizables y los no urbanizables, y que diseña el núcleo urbano para las próximas décadas.

El documento, que ha sido redactado por el estudio de arquitectura Moleón, fija los usos y las ordenanzas de aplicación, así como las condiciones de ordenación de los suelos sin desarrollar, en todas las manzanas de suelo urbano: identifica y protege los servicios a la población: espacios libres, colegios, infraestructuras deportivas, culturales… Aquí detecta carencias y establece dos actuaciones principales: la ampliación del cementerio, y el acondicionamiento del Parque de las Cuevas.

Para el suelo urbanizable, el PGOU define los futuros crecimientos en dos fases: los dos primeros cuatrienios, y a partir de los ocho años. En los primeros años programa el desarrollo de los nuevos suelos residenciales -siempre colindantes a la ciudad que ya existe-, contemplando un crecimiento máximo de 1.382 viviendas, de las que 434 serán protegidas -superando el 30 por ciento que establece la legislación vigente-; para suelos de uso terciario (servicios), se aprovechan los que se abren a la A-44; los nuevos suelos industriales completarán los espacios libres en el polígono ASEGRA; y se establecen tres zonas de uso mixto, terciario e industrial, en el entorno del cementerio, abiertos a las demandas de la población, en los que se pueden instalar actividades agroganaderas, por ejemplo. A partir de ocho años, se podrán desarrollar suelos que se han reservado por ahora, siempre que en estos primeros cuatrienios ya se hayan agotado los suelos clasificados y se justifique la necesidad para el conjunto de la población.

Los suelos no urbanizables se localizan principalmente al norte de la A-92 y tienen principalmente vocación agrícola. El PGOU establece las actuaciones permitidas y prohibidas en dichos suelos. En base a criterios de sostenibilidad del medio natural, el documento marca para estos suelos tres líneas de actuación: proteger los suelos vinculados a la red hídrica (ríos, arroyos, barrancos) y los que están atravesados por vías pecuarias; proteger los recursos naturales existentes; y se redacta además un catálogo de las edificaciones en suelo no urbanizable, para regularizar esas construcciones y marcar un punto y final para que no se sigan produciendo.

Para todas las clases de suelo, urbano, urbanizable o no urbanizable, se fijan determinaciones básicas como la movilidad y la protección de bienes de interés arquitectónico, arqueológico y etnográfico, algo que no se había hecho hasta ahora. La movilidad será fomentada con apertura de nuevas vías, eliminación de barreras arquitectónicas y la creación de una red de carril-bici y recorridos peatonales (en la imagen). En cuanto a la protección de bienes, el PGOU incluye un catálogo de elementos a proteger y su normativa de protección (en la tabla inferior). El catálogo incorpora bienes que hasta ahora no contaban con ningún tipo de protección, como la iglesia de San Ildefonso, la Casa Árabe, o las encinas del término municipal.

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