La Fiscalía ha solicitado penas de entre dos a cuatro años de prisión para dos administradores de un concesionario de Motril acusados de apropiarse de más de 90.000 euros de la empresa en beneficio personal, 70.000 de ellos de la venta de un Mercedes Benz y otros 20.000 para sus viajes particulares a Roma o Venecia.
Se trata de los procesados José Luis M.P., que se enfrenta a cuatro años de cárcel y el pago de una multa de 6.000 euros, y Elena M.V., para la que el fiscal pide dos años de prisión y 4.800 euros, acusados de un delito continuado de apropiación indebida o, alternativamente, un delito continuado de gestión desleal, por el que serán juzgados los próximos días 9 y 10 de junio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, el primer acusado fue nombrado administrador solidario de la empresa ‘Motril Automotor’ el 4 de octubre de 2006, con sede en Motril, mientras que la mujer había sido contratada como gerente del taller de reparaciones en enero de 2007. Después, el acusado le dio poder especial para la representación de la empresa “sin traba, limitación ni excepción ninguna”, lo que le llevó a ser “administradora de hecho” de la sociedad.
Así, los inculpados, actuando como administradores, “de común acuerdo y en el fin de obtener un ilícito beneficio”, durante los años 2007 y 2008 llevaron a cabo repetidos actos de gestión del caudal social “en exclusivo beneficio personal”, con el consiguiente detrimento de los derechos patrimoniales del resto de socios de la entidad.
Concretamente, los dos efectuaron viajes a Almería, Granada, Barcelona, Roma o Venecia, y cargaron los gastos a la sociedad, que ascendieron a 19.373,34 euros. También el acusado José Luis M.P., según el fiscal, cargó durante 2007 y 2008 gastos relativos a CD, copias de fotos, elementos decorativos, elementos de jardín y recambios de moto, sirviéndose de la tarjeta VISA que tenía asignada, por importe de 470,32 euros.
De igual forma, y “sin la autorización o conocimiento del resto de socios”, efectuó un préstamo a cargo de la mercantil por importe de 3.500 euros a favor de un trabajador de la empresa y vendió un coche, de marca Mercedes Benz, por importe de 71.000 euros sin informar a la empresa del negocio, y quedándose con el dinero. Así, en total, el perjuicio de la empresa fue de más de 91.000 euros.