La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada acoge este viernes el juicio contra un hombre acusado de retener ilegalmente y robar a un amigo en su propia casa, en Cájar (Granada), hechos por los que la Fiscalía reclama para él una condena de once años y tres meses de prisión.
Se trata de Jorge N.A., de 50 años, que está acusado de un delito de detención ilegal, otro de robo con intimidación mediante arma, con la circunstancia agravante de reincidencia, y un delito de tenencia ilícita de arma de fuego corta.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 20,30 horas del 18 de octubre de 2014, cuando el procesado se desplazó hasta el domicilio de un amigo junto a éste, en Cájar, después de que ambos hubieran pasado el día juntos por diferentes zonas de Granada.
En el interior de la vivienda, y “movido por el ánimo de lucro ilícito”, el acusado abordó a su amigo con un cuchillo jamonero en el salón “de forma sorpresiva”, se lo colocó en el cuello y le obligó a tirarse al suelo. Le ató manos y pies, dejándolo sin posibilidad de movimiento, y además le colocó una camiseta en la cabeza, tras depositar dos pistolas en una mesa del salón “con claro ánimo intimidatorio”.
Acto seguido, el acusado le arrastró hasta el cuarto de baño, donde se aseguró de que su víctima estuviera bien atado, le reforzó las ataduras y le colocó un calcetín en la boca para que no pudiera pedir auxilio, sin que pudiera oponer resistencia alguna. Asimismo, le introdujo en la bañera, lugar donde le dejó sin posibilidad de escapar, y entonces se apoderó de varias cosas que su amigo tenía en su casa.
Pasada una media hora aproximadamente, el inculpado entró de nuevo en el baño, donde le advirtió al hombre que permanecía atado de que iba a llevarse su coche Audi A3. Así, ya con el vehículo, el inculpado abandonó la vivienda, y su víctima logró finalmente desatarse, después de una hora, y alertó a la Guardia Civil.
A bordo del vehículo robado, el procesado fue interceptado por los agentes de la Policía Nacional a las 9,00 horas del 19 de octubre en el Camino de Ronda, en Granada capital, con dos pistolas. La víctima no reclama el valor de lo robado, sino tan sólo el de los daños producidos en su coche, de 450,16 euros.