Una profesora del Departamento de Filología Griega y Filología Eslava de la Universidad de Granada ha encontrado un nuevo manuscrito de dos tratados de mitografía griega en la Biblioteca de Iviron, en el Monte Athos de Grecia.
Según ha informado hoy la institución académica, se trata de un descubrimiento “de gran alcance” para la transmisión de la literatura griega y sobre el origen y explicación de los mitos.
La profesora Minerva Alganza ha llevado a cabo una investigación “muy compleja” en la Biblioteca del Monasterio de Iviron, en el Monte Athos, que la ha llevado a encontrar un nuevo manuscrito de dos tratados de mitografía griega.
Uno de los tratados es del siglo II d.C. y otro varios siglos posterior, que hasta este hallazgo solo eran conocidos por un códice del siglo XIV conservado en la Biblioteca Vaticana.
El trabajo es el primer resultado del proyecto de investigación “Transmisión y Tradición de Paléfato y la exégesis racionalista de los mitos”, que ha obtenido financiación de la Universidad de Granada y del Ministerio de Economía y Competitividad y que está dirigido por Alganza con participación de investigadores españoles, de Francia y Australia.
La profesora ha destacado que lo más importante es que el trabajo supone un descubrimiento para quienes se dedican a estudios eruditos y minoritarios y el sueño dorado de cualquier filólogo: ser el primero en describir, analizar y publicar un texto que, además, aporta algunas novedades que deberán incorporarse en ediciones futuras de estos autores.
Monte Athos es el nombre que recibe el área montañosa en una península, situada en Macedonia Central, al norte de Grecia, donde se asientan veinte monasterios ortodoxos en los que sólo pueden vivir monjes de sexo masculino.
Al estar prohibida la entrada a todas las mujeres, la profesora Minerva Alganza no pudo comprobar en persona los resultados de su investigación y fue Morchos Morfakidis, también profesor del Departamento de Filología Griega y Filología Eslava de la Universidad de Granada, el que tuvo que realizar las comprobaciones “in situ”, en el monasterio de Iviron.
El trabajo se ha realizado a lo largo de un año, a partir de copias digitales conservadas en el “Institut de Recherche et d’Histoire des Textes”, dedicado al estudio de manuscritos medievales, y de fotografías digitales del original facilitadas por la Biblioteca de Iviron.