La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha acogido este lunes la primera sesión del juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de una usuaria con el 66 por ciento de discapacidad en la residencia para la tercera edad que regentaba, en Cogollos Vega.
La Fiscalía de Granada le atribuye un delito de abusos sexuales continuados por cuatro episodios que presuntamente se produjeron entre junio y septiembre de 2012, hechos que el procesado, ya jubilado, ha negado.
De hecho, el hombre ha dicho ser una persona “seria” con su trabajo y ha atribuido la denuncia, que presentó la sobrina de la supuesta víctima y entonces su tutora, a un “invento” de la mujer, que lo único que pretendía con ello era salir de la residencia e irse a vivir con sus familiares.
El inculpado, que ha indicado que dejó el puesto de gerente de la residencia el 1 de junio de 2012, dejándole el puesto a su hija, ha señalado que entonces se marchó de veraneo con su mujer y sus nietas a una casa de Salobreña y que ya no volvió al centro salvo en alguna ocasión, con motivo de un teatro organizado durante esa época.
Sin embargo, la sobrina de la mujer, que entonces era su tutora, ha explicado que, tras enterarse por una tía y una prima suya de lo que había contado la víctima del gerente de la residencia, fue a hablar con ella al centro, en Cogollos Vega. Una vez allí, la propia usuaria que, según ha dicho, tiene una edad mental de ocho años, le contó lo sucedido y que había sido víctima de abusos sexuales en varias ocasiones.
“Ella no puede elaborar una mentira, y mantenerla en el tiempo, y es transparente. Si está mal se le nota”, ha mantenido la testigo, que por ello presentó la denuncia ante la Guardia Civil y decidió llevarse a su tía de la residencia, a la que ya no regresó más.
A continuación ha comparecido la hija del acusado y actual titular de la residencia, que ha negado que su padre visitara el centro en esas fechas, salvo el día del teatro, en el que precisamente se emulaba la boda de la supuesta víctima con otro usuario. El hombre estaba veraneando en Salobreña pero, según ha indicado, también visitó en alguna ocasión un huerto cercano al centro.
Según ha incidido, la mujer demandaba “mucho cariño” de las personas que le rodeaban y, a veces, lloraba porque echaba de menos a sus familiares, con los que quería irse. La actual responsable de la residencia ha mantenido que eran constantes los comentarios o chistes que hacía de contenido sexual esta usuaria, que además tuvo problemas con otro residente, que se negó a darle el cariño que ella le reclamaba, razón por la que ella “la tomó con él”.
Asimismo, la psicóloga del centro ha ratificado esa demanda de “atención afectiva” y ha sostenido que en las sesiones que tuvo con la supuesta víctima nunca le contó que había tenido algún tipo de problemas con el que había sido gerente. No obstante, sí ha admitido que justo en los últimos tiempos en los que estuvo en la residencia se incrementaron los “lloros” de la usuaria, al parecer porque quería más cercanía de su familia, que no la visitaba de forma muy frecuente.
También han declarado ante el tribunal otros trabajadores de la residencia que han reiterado que el acusado no visitó la residencia en ese periodo, y que han indicado que no se percataron de posibles incidentes entre él y la usuaria presuntamente afectada.
El juicio continuará este martes con la declaración de seis testigos más y los peritos, y, tras la exposición de conclusiones e informes, quedará previsiblemente visto para sentencia.