Más de 4.000 personas han aclamado en la noche de este miércoles a Bob Dylan en el Palacio de Deportes de Granada, en el primer concierto que ha ofrecido en Andalucía en el marco de su gira de presentación de su último álbum de estudio, ‘Shadows in the night’, con versiones de las canciones de Frank Sinatra.
Casi 17 años después de su primera visita a Granada, Dylan ha vuelto a la ciudad envuelto en los vapores de ese ‘Never Ending Tour’ que le lleva por el mundo desde finales de los noventa, en un concierto en el que ha comenzado con el tema ‘Things have changed’, y en el que pronto ha hecho sonar su armónica.
Dylan, que ha tenido como teloneros a Soleá Morente y Los Evangelistas, ha ofrecido a los asistentes al Palacio de Deportes de Granada un repertorio desde el country-folk al blues, pasando por el rock, con canciones de su último álbum y algunos clásicos.
Músico, narrador de historias, poeta, escultor, pintor, Dylan, nacido como Robert Allen Zimmerman en 1941, ha sido reconocido y honrado por sus composiciones, interpretaciones y grabaciones. Sus discos le han valido varios Grammys, Globos de Oro, Premios de la Academia, su nombre se halla en el Salón de la Fama del Rock and Roll, en el Salón de la Fama de Compositores de Nashville, en el Salón de la Fama de los Compositores, e investido Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministro de Cultura de Francia Jack Lang, informa Musiserv.
Fue incluido en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX elaborada por la revista ‘Time’, ganó el Premio de Música Polar de la Real Academia Sueca de Música, alcanzó el segundo puesto en la lista de los cien mejores artistas de todos los tiempos elaborada por la revista ‘Rolling Stone’, fue premiado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, recibió Premio Pulitzer y la Medalla Presidencial de la Libertad y recientemente ha sido reconocido con el Premio MusiCares Person of Year 2015.
Con su último álbum de estudio número 36 ‘Shadows in the night’, publicado el pasado mes de febrero y elogiado unánimemente por la crítica, hace su versión de temas ajenos, de un material que utilizó Sinatra y no precisamente sus temas populares.
Sobre este último trabajo, Dylan ha dicho: “Fue un privilegio real hacer este disco. He querido hacer algo como esto durante mucho tiempo, pero nunca he tenido el valor de enfrentarme a canciones con bandas de 30 piezas y reducir sus complicados arreglos a un grupo de cinco miembros”.
Asimismo, Dylan no considera que sea realmente un disco de versiones, puesto que él y su banda hacen en definitiva todo lo contrario, “sacándolas de la tumba y dándolas una nueva vida”.
Este disco, el primer trabajo de Dylan desde el Tempest de 2012, incluye las canciones ‘I’m A Fool To Want You’, ‘The Night We Called It A Day’, ‘Stay With Me’, ‘Autumn Leaves’, ‘Why Try To Change Me Now’, ‘Some Enchanted Evening’, ‘Full Moon And Empty Arms’, ‘Where Are You’, ‘What’ll I Do’ y ‘That Lucky Old Son’.
Nominado desde 1996 por autores y académicos para la candidatura del Premio Nobel de Literatura, el poeta Gordon McNeer, que recientemente ha publicado su libro ‘Los hijos de Bob Dylan’ ha dicho de él: “Ha seguido impactando década sobre década, palabra sobre palabra. Es una de esas personas que ha cambiado el mundo y llega a Granada casi desnudo como los hijos del mar”.
“Recuerdo los primeros discos –Bob Dylan, The Freewheelin’ Bob Dylan, Highway ’61 Revisited– que terminaron en 1966 con ‘Blonde on Blonde’ y su accidente en moto. No murió. No era su destino como lo fue en el caso de otros iconos de esos tiempos que estaban cambiando: John F. Kennedy, Martin Luther King, Robert Kennedy y más tarde el gran John Lennon, todos asesinados bajo circunstancias sucias, sospechosas, siniestras. El martirio no era su destino”, sostiene McNeer.