El verano llega acompañado por uno de los periodos de rebajas más importantes del año. Nada mas finalizar las fiestas navideñas comienza el período de rebajas, los consumidores se enfrentan a otro momento alcista en cuanto al gasto familiar se refiere.
Ante esta coyuntura el concejal de Comercio, Consumo del Ayuntamiento de Armilla, David Arenas Galindo, indica que “las rebajas en el precio de los artículos nunca puede conllevar una merma en la calidad de los mismos, por lo que es necesario que se mantengan las mismas exigencias de calidad, etiquetado, precios y garantías, entre otros requisitos”.
Recomienda comprar en los comercios de Armilla, especialmente si están adheridos al Arbitraje de Consumo pues ofrecen una garantía añadida a la venta en el caso de tramitar una reclamación, ya que, ésta se podrá solucionar de manera más rápida y eficaz.
Para ello ofrece un decálogo de recomendaciones para iniciar con éxito la “cuesta de enero”, como la planificación el gasto que realmente se quiere hacer elaborando un presupuesto previamente. Además, de no precipitarse y “tener las ideas claras” sobre las necesidades y, para ello, nada mejor que elaborar una lista para evitar comprar convulsivamente.
Lo más barato no es siempre mejor, muchas veces lo más barato llegar a ser más caro e inútil si tras comprarlo no se aprovecha. En cuarto lugar, el decálogo, recomienda “comparar precios y calidades” tanto en un mismo establecimiento como en distintas tiendas y comercios.
Aún en rebajas, el consumidor sigue teniendo los mismos derechos que le asisten como tal en la temporada normal. Por ejemplo, un establecimiento no puede negarse a aceptar el pago con tarjeta de crédito en rebajas si el mismo comercio en el que compramos admite el pago por tarjeta en temporada normal.
En este mismo sentido, según la normativa, los productos rebajados tienen que haber estado a la venta previamente, durante un mes como mínimo, a su precio habitual y deben de estar perfectamente etiquetados informando del precio.
En cuanto a la calidad del producto, no deben ser de calidad distinta a la normal, es decir, las rebajas no son una excusa para vender productos de menor calidad o con defectos o taras. La Ley de Ordenación del Comercio Minorista prohíbe expresamente que los comerciantes ofrezcan como rebajados artículos deteriorados o que puedan tener algún defecto.
Si el comerciante liquida sus existencias tiene la obligación de indicar su carácter excepcional. En las liquidaciones no pueden venderse productos que no formen parte de las existencias del establecimiento.
Insiste el decálogo en la necesidad de hacer un pequeño calendario, no dedicar todo el tiempo a los primeros días, ya que muchos establecimientos van incorporando artículos poco a poco.
Y, anima a acudir a la OMIC si aprecia que se han vulnerado tus derechos como consumidor.