Los padres de María Teresa Fernández, la niña desaparecida en Motril (Granada) hace ahora 15 años, han solicitado al juzgado de Primera Instancia e Instrucción de la localidad costera los trámites para declararla como fallecida para “evitar futuros problemas con la herencia” a las otras dos hijas del matrimonio.
Así lo ha asegurado el padre de María Teresa Fernández, Antonio Fernández, en declaraciones a Europa Press, quien ha explicado que tomaron esta decisión hace más de un año aconsejados por dos amigos, uno de ellos fiscal y el otro padre de un niña desaparecida en Cataluña que ya había realizado estos trámites en pro del futuro de su otro hijo.
Se lo propusieron cuando su mujer sufrió el ictus, según palabras de Fernández, quien ha explicado que el “médico no contaba con su recuperación” y fue este acontecimiento el que los llevó a comenzar los trámites para declarar fallecida a la joven desaparecida porque, en el caso de la muerte de alguno de los progenitores, las otras dos hijas del matrimonio no podrían acceder a la herencia por “no contar con el consentimiento de su hermana”.
Los trámites burocráticos no han sido fáciles, según ha explicado el padre, puesto que, entre otros “papeleos”, tenían que publicar en la prensa la denuncia de desaparición, carteles y esquelas, “algo que nos ha costado alrededor de 2.000 euros”.
Hace dos meses, su abogado, José Rojas, quien también les animó a tomar esta decisión, les anunció que “todo estaba listo a falta de unas firmas” aunque aún no saben “ninguna otra novedad sobre el caso”.
“Se trata de un mero trámite para asegurar el futuro de las otras dos niñas”, ha apuntado Antonio Fernández para aclarar que no piensa en la muerte de su hija y, por ello, aún continúa “pagando todas sus cosas, incluso sus seguros”.