El Granada, con goles de El Arabi de penalti y Success, tras un grave error del portero Vicente Guaita, sumó sus primeros puntos de la temporada frente a un Getafe en el que se estrenó como local el técnico Fran Escribá y que solo reaccionó en los minutos finales con la entrada de Lafita.
Después de perder en sus respectivos partidos de la primera jornada, el Getafe contra el Espanyol y el Granada frente al Eibar, el equipo madrileño y el andaluz se citaron en el Coliseum Alfonso Pérez en busca de los primeros puntos de la temporada.
El encuentro comenzó demasiado monótono, sin apenas ritmo en las transiciones entre el ataque y la defensa, lo que llevó a un largo letargo que se rompió a los 24 minutos, cuando el colegiado Prieto Iglesias decretó penalti a favor de los visitantes en una acción entre el defensor uruguayo Emiliano Velázquez y el delantero franco-marroquí El Arabi.
La pena máxima la transformó El Arabi, que engañó en su disparo a Guaita, y puso el primer gol del partido entre las protestas de Fran Escribá y los pitos del público que acudió al Coliseum.
Sin casi tiempo para reponerse del mazazo, el Granada volvió a sorprender al Getafe tres minutos después con una jugada rápida que culminó el nigeriano Isaac Success con un disparo cruzado que se coló entre las manos de Guaita.
Diez minutos después, el Granada tuvo otra ocasión muy clara en las botas de El Arabi, pero su disparo, cuando ya parecía casi un mano a mano con Guaita, lo tapó Alexis tirándose al límite sobre el césped.
Al Getafe le costó mucho encontrar el ritmo del partido porque tanto Lacen como Álvaro Medrán, los organizadores del conjunto azulón, se mostraron poco resolutivos en buscar alternativas a la salida del balón, que duraba muy poco en posesión para su equipo.
Un disparo lejano de Emi Buendía a los 43 minutos, que se marchó rozando el palo derecho de la portería de Andrés Fernández, fue todo el bagaje ofensivo del equipo madrileño en la primera mitad.
Tras el descanso, el Getafe dibujó su reacción como pudo y, aprovechando una cierta relajación del Granada, ganó metros sobre el campo de su rival hasta gozar de varios acercamientos que no llevaron demasiado peligro.
En busca de esa remontada Escribá puso sobre el césped a Ángel Lafita, que se llevó la ovación de la noche por parte de la afición azulona, que según iban pasando los minutos veía como su equipo no era capaz de superar la muralla defensiva del Granada liderada por Lombán y Babin como jefes.
Para amarrar el resultado, el técnico visitante, José Ramón Sandoval, puso en liza a Edgar y a Thievy, dos hombres rápidos destinados a desgastar a un Getafe que siguió buscando el gol con más corazón que ideas y que lo logró a los 79 minutos con un disparo raso de Lafita que sorprendió a Andrés.
En los instantes finales el Granada, con mucho oficio, durmió el juego todo lo que pudo en las botas de hombres experimentados como Piti, aunque en el descuento aún tuvo tiempo de llevarse un buen susto con un remate de Velázquez que se marchó fuera por poco.