El Patronato de la Alhambra ha patentado un nuevo mortero con propiedades fluorescentes que permite restaurar monumentos o piezas artísticas sin que las modificaciones se perciban a la vista, pero que al exponerlas a luz azul muestran los arreglos o añadidos para eliminar los “falsos históricos”.
La patente del monumento granadino surgió como respuesta al problema para identificar las diferentes fases de restauración de piezas artísticas que han detectado los profesionales en los últimos años y como solución para saber qué obras se han modificado durante la historia, han tenido añadidos o retoques.
El restaurador de la Alhambra y responsable de la patente, Ramón Rubio, ha detallado a Efe que la idea comenzó en un bar al comprobar que la ginebra, al contener extracto de quinina, tiene propiedades fluorescentes bajo la luz ultravioleta, lo que convirtió en un ingrediente para el mortero patentado.
“Los criterios actuales en restauración indican que todo lo que se añade a una obra de arte debe verse para evitar que se crearan falsos históricos, aunque en ocasiones ese cambio no se percibe bien”, ha detallado Rubio.
Así, las intervenciones en monumentos para reconstruir una fachada o una escultura ofrecían un color diferente para que se pudiera distinguir a simple vista la parte original de la obra del restaurador, algo que tiene un efecto estético “que a veces desorienta”, según el experto.
Para evitarlo, el Patronato de la Alhambra ha patentado este mortero, un conglomerado para la restauración con propiedades fluorescentes visibles solo con la radiación de luz ultravioleta que se comercializa ya en preparados con bases de yeso, cal y estuco.
“La cualidad de fluorescencia es eterna, lo que permite trabajar en una obra de arte o un monumento para restaurarlos sin que provoque el choque visual pero sin falsear, porque al pasar la luz azul se distingue la parte original de la intervención”, ha detallado el responsable de la patente.
Este nuevo mortero se puede utilizar en cualquier tipo de reconstrucción volumétrica y cualquier obra de arte y permite además que la pieza se barnice, se pinte o se le añadan resinas protectoras o patinados sin que pierda esa propiedad bajo la luz ultravioleta.
El bajo porcentaje de componentes fluorescentes asegura además que este mortero alhambreño no afecte a las piezas originales y se utiliza añadiendo una cantidad de agua determinada a la nueva patente del monumento.
“Intervenir en el patrimonio es muy difícil y hay que estar abierto a todo para mejorar la técnica. El trabajo en la Alhambra permite buscar nuevas fórmulas”, ha explicado Rubio, licenciado en Bellas Artes y con más de un cuarto de siglo de experiencia con las yeserías del monumento.
Entre los beneficios de este nuevo mortero, su responsable ha destacado que termina con la reproducción de falsos históricos, permite cuantificar el alcance de cada intervención, respeta la obra original y las restauraciones de épocas anteriores y cumple con el Decálogo de la Restauración mediante la Reversibilidad y la Diferenciación pero sin impacto visual.
La patente ya está en fase de comercialización por una firma granadina y permite además hacer un seguimiento a un monumento, ya que se puede usar para sellar una grieta y comprobar su evolución con el paso de los años.
Este nuevo compuesto se ha utilizado ya en intervenciones de diferentes museos de España y se ha presentado a restauradores de yeserías de Tetuán (Marruecos), conservadores del Louvre de París y el ministerio de Cultura de Italia, tras lo que se difundirá entre profesionales de diferentes países europeos.