El Ayuntamiento de Granada espera que el Patronato de la Alhambra, cuyo director anunció la semana pasada que aparcaría de momento el proyecto de nuevos accesos conocido como Atrio, lo haga de manera definitiva y ha agradecido la apuesta por buscar el diálogo con todos los afectados.
El concejal de Cultura y portavoz del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero (PP), ha dicho a Efe que espera que la decisión de la Alhambra sea definitiva y ha subrayado el cambio de rumbo de su nuevo director, Reynaldo Fernández.
Fernández explicó la semana pasada que el Patronato había decidido “tomarse un tiempo” y aparcar de momento los nuevos accesos al monumento más visitado de España, un proyecto conocido como Atrio que lidera el arquitecto Álvaro Siza y que supondría una inversión de unos 45 millones de euros.
El director del Patronato de la Alhambra argumentó la decisión en las posturas “muy polarizadas y extremas” que harían “difícil” lograr un acuerdo, una decisión que García Montero ha calificado de inteligente.
El portavoz del equipo de gobierno granadino ha considerado “justa y oportuna” la decisión de la Alhambra y ha abogado por hacerla “definitiva”.
“Agradecemos la decisión y que el director sea sensible, porque abre una puerta directa al diálogo para que se llegue a una conclusión que no sea como hasta ahora por decreto”, ha subrayado García Montero.
El responsable de Cultura de Granada ha recalcado que la Alhambra y cualquier proyecto que abandere el Patronato afectan a la ciudad y ha subrayado el protagonismo del monumento en el turismo, la economía y el desarrollo de la ciudad.
“La decisión de escuchar a muchos colectivos es acertada, aunque nos gustaría que la decisión sea definitiva”, ha sentenciado García Montero.
El proyecto Atrio ha recibido el apoyo de colectivos profesionales vinculados al mundo de la arquitectura, pero también el rechazo contundente de grupos de ciudadanos y representantes políticos como los grupos municipales de PP e IU.
El director de la Alhambra insistió en buscar un punto de encuentro porque “entre el blanco y el negro siempre hay una paleta de color, que es donde se puede trabajar el consenso”.