La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en calidad de imputados a dos hermanos vecinos de Atarfe (Granada) de 41 y 39 años por haber estafado presuntamente a un empresario murciano unos 300.000 euros mediante el timo del “nazareno”.
Los imputados consiguieron convencer a este empresario para que les enviase veinte cargamentos de papel de hostelería con la condición de que los abonarían a los 90 días, lo que finalmente no ocurrió, ha informado hoy la Guardia Civil en un comunicado.
Todo comenzó el año pasado, cuando el mayor de los hermanos imputados se presentó en la empresa del estafado como distribuidor de papel de hostelería.
Para ganarse la confianza del empresario hicieron una serie de pequeños pedidos a lo largo del año que fueron pagando sin problema.
A principios del pasado marzo los imputados volvieron a contactar con la empresa para informarles de que el volumen de su negocio había subido mucho y necesitaban más mercancía.
Por ello negociaron con el empresario envíos cada vez mayores que abonarían a los 90 días, a lo que este accedió.
Entre marzo y junio, hasta el momento en el que cumplió el plazo acordado para abonar la mercancía, la empresa les había suministrado material valorado en unos 300.000 euros.
Cuando la víctima se puso en contacto con los ahora imputados, éstos negaron haber hecho pedido alguno y haberlo recibido.
Tras la denuncia del empresario, los agentes comprobaron que los imputados encargaron que los pedidos se les enviaran a un polígono industrial de Atarfe inexistente.
Y que las personas que habían recibido la mercancía habían firmado los albaranes de entrega con una identidad falsa, y sellado con una empresa ficticia.
La Guardia Civil además ha contactado hasta el momento con 17 camioneros de los 20 que sirvieron la mercancía, y todos han reconocido a los imputados como las personas que la recibieron en una nave del polígono industrial Los Álamos de Atarfe.
Uno de los camioneros, al ser interrogado por los agentes, ha manifestado que mientras estaban descargando el camión, uno de los imputados estaba negociando por teléfono la venta de la mercancía y le “sorprendió lo barato que vendía los rollos de papel”.