La UGR dedica unas jornadas a Marina Rodríguez, la joven que permanece en coma en un hospital de Inglaterra

La Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada acoge durante esta semana, hasta el próximo jueves, 31 de mayo, las jornadas tituladas “El hombre que miraba al cielo. El desafío de las voces”, cuyo objetivo es traducir a cuatro idiomas distintos (inglés, francés, polaco y ruso) la obra del poeta, ensayista, traductor y profesor Jenaro Talens. Las jornadas forman parte del Proyecto de Innovación Docente de la UGR 11-254, que coordina la profesora Joëlle Guatelli-Tedeschi.

Estas jornadas reúnen a 7 grupos de traductores colectivos, de los cuales 4 pertenecen a la UGR y los otros 3 a la Universidad de Lausana (Suiza), Universidad de Nueva York (EEUU) y Universidad de Varsovia (Polonia). Las jornadas están dedicadas a Marina Rodríguez, la joven granadina que permanece ingresada en estado de coma desde hace casi dos meses en un hospital de Inglaterra sin que su familia pueda trasladarla a España por motivos económicos.

Y es que se da la circunstancia de que la joven es miembro del grupo de TRAD-COL (Traducción Colectiva), que organiza la actividad. No en vano, durante la jornada de ayer se leyeron dos cartas muy emotivas en el acto de inauguración de los compañeros con los que Marina participó en las jornadas del año anterior, una alumna de la UGR y otra de la Universidad de Nueva York con los que colaboraron.

Con la presencia de Talens

Durante los 4 días que durarán las jornadas, los grupos de traductores confrontarán el trabajo de traducción de la obra de Jenaro Talens que vienen realizando en el curso 2011-2012 para intentar llegar a una versión única y consensuada, con la presencia del propio poeta y de la responsable de la antología “El hombre que miraba al cielo”, la profesora de la Universidad Carlos III de Madrid Susana Díaz.

Además, en los pasillos de la Facultad de Traducción e Interpretación se colocarán una serie de paneles, uno por idioma, y se invitará a los estudiantes a colaborar en la traducción colectiva brindándoles la posibilidad de plasmar sus propuestas bajo los textos de la antología, que cada día se renovarán. Un “ruedo poético musical” permitirá que tanto los traductores miembros del proyecto como los alumnos “espontáneos” de los pasillos puedan leer sus traducciones al son de una guitarra flamenca.

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