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La lluvia no impidió finalmente que la Virgen de las Angustias volviese a su casa. Poco después de las 11 de la noche del último domingo de septiembre, la patrona de Granada volvió a su basílica. La procesión comenzó con más de dos horas de retraso, pero el tiempo dio una tregua y la Virgen regresó por el camino establecido. Eso sí, sin el boato típico de la procesión de la patrona.
A la hora prevista para la salida de la procesión de la Catedral, a las 6 y media de la tarde, llovía sobre Granada. A esa hora, la hermandad tomó dos decisiones: que las representaciones institucionales podían marcharse y que la Virgen volvía a su casa fuera la hora que fuera.
En ese momento se determinó la suspensión del acto de entrega de la Medalla de Oro de la ciudad a la patrona. Se realizará en una fecha por concretar en una ceremonia en el interior de la basílica.
Más de dos horas después, la Virgen salió a la calle, previa visita de miles de personas a la Catedral. Pocos minutos después de las 23h, la imagen llegó a la puerta de la basílica.
La recibió la banda de El Despojado que estrenó, con músicos de obras formaciones andaluzas y granadinas, la marcha “Tu ofrenda, mi música” dedicada a la patrona. Cuando la Virgen iba a entrar a la basílica, apareció de nuevo la lluvia. Los palieros hicieron su trabajo y la patrona de Granada volvió protegida a casa tras la procesión del año del Centenario de su Coronación Canónica.