Los peatones se sienten más seguros en las calles iluminadas con luces blancas frente a las que usan luces amarillentas, técnicamente denominadas “amarillo-sodio”, aunque las primeras sean más contaminantes, según un estudio de la Universidad de Granada.
Una de las posibles razones, según los científicos, es que esta luz permite identificar más fácilmente los rostros de las personas.
Se trata de un estudio multidisciplinar de los departamentos de Ingeniería Civil y Psicología Social de la Universidad de Granada que han analizado, entre otras variables, la percepción de seguridad y bienestar de los peatones al circular por calles con determinados tipos y niveles de iluminación, según la institución académica.
En el estudio participaron 275 peatones de Granada, a quienes se aplicó un cuestionario tras transitar por las calles en un horario en el que el alumbrado público estuviese funcionando para que sus respuestas no se viesen condicionadas por recuerdos u otras impresiones ajenas al objeto de la investigación.
El trabajo sugiere además que las luces con alto contenido en longitudes de onda azules (como algunas de las empleadas en el alumbrado público de luz blanca) producen una mayor inhibición de melatonina, la “hormona del sueño”.
Esto ya había sido identificado en estudios de laboratorio por grupos de todo el mundo pero, por primera vez, los investigadores lo han comprobado para el alumbrado público en condiciones reales de tránsito, a partir de las respuestas subjetivas de los peatones.
No obstante, los autores del trabajo advierten que la cuantificación de parámetros fisiológicos como la inhibición de melatonina o la secreción de cortisol, ambos muy relacionados con la iluminación, “debe ser abordado por otro tipo de especialistas” y no es el objetivo de este trabajo, que se centra en percepciones de los peatones.
Los resultados de estas encuestas se cruzaron con mediciones cuantitativas de los principales parámetros involucrados en el alumbrado público.
El análisis del conjunto de datos y sus interacciones ha demostrado algunas hipótesis que, hasta la fecha, solo se habían comprobado en laboratorios bajo estrictas condiciones experimentales, mientras que este estudio se ha centrado en condiciones reales.
Entre otros resultados, los investigadores han comprobado que la reactividad de los peatones ante cuestiones subjetivas de las más diversas índoles es, en todos los casos, mayor cuanto más elevados son los niveles de iluminación.